2018 04 17 Cosas en Común

Buenas noches. Mil disculpas por la hora y las molestias. Quizás es muy larga y estúpida mi historia, pero realmente necesito ayuda, no tengo con quien hablar este tema y es algo que me tiene muy triste. Es la primera vez que cuento ésto. La historia de mi problema es mucho más larga, pero voy a resumir lo más que pueda.

Para empezar, tengo 23 años. A mitad del año 2014 salí con una persona, lo cual no fue mi novio ni nada, pero creo que yo me enamoré de esa persona y al principio el sentimiento parecía algo correspondido, era tierno y decía que quería que tuviéramos algo, pero un día de un minuto al otro sin ninguna razón cambió completamente conmigo, estaba distante y cada vez se alejaba más, sólo me demostraba interés de tener intimidad y en sus redes sociales lo veía muy tierno con su amiga, lo cual supuse que tal vez empezaba a tener algo con ella y ya no le pasaba nada conmigo, y me había deprimido mucho. En diciembre de ese año sin, peleas ni despedidas, ya no hablé más con él y estaba tan triste que decidí alejarme de todo los lugares donde podría saber o comunicarme con él y continuar mi vida por más de que me doliera para así poder olvidarlo y no molestarlo más. Un día en febrero del 2015 volvió a hablarme y me seguía mostrando el interés de tener intimidad conmigo, por lo que le dije que si pero nunca se dio nada porque esa persona parecía como que tampoco quería verme, yo trataba de seguir adelante pero si quería que estuviera todo bien con esta persona, al fin de cuentas lo seguía queriendo. Unos meses después me puse de novia porque quería continuar con mi vida y tratar de que todo esté bien, pero cuando esta persona se enteró aún así seguía insistiendo de que pase eso entre nosotros, pero tampoco quería verme al parecer. Hasta que un día le dije que quería que estuviera todo bien con él pero que no quería engañar a mi novio y desde ese día perdimos comunicación, y cuando puse una foto con mi novio esta persona decidió eliminarme de todos lados, y yo respeté su decisión. Pasaron dos años sin saber de él y aunque seguía de novia sentía que en fondo había un sentimiento que nunca se cerró, pero igual traté de seguir con mi vida. A mitad de año del 2017 no se por qué aparece de nuevo esta persona enviando una solicitud y se la acepte porque quizás si hablaba con el por ahí todo se solucionaba y yo superaba eso que sentía. Pero todo fue para peor, porque volvió a hablarme, siguió planteándome la misma idea de tener intimidad pero a la vez no quería verme, y yo le pregunté porque teniendo a todas las mujeres para eso iba a querer conmigo y su respuesta nunca tuvo sentido y yo nunca pude hablar con él y decirle las cosas. Lo peor de todo es que con esta aparición yo me siento más confundida que nunca y siento que me estoy volviendo loca, porque devuelta la misma historia, cada vez me doy cuenta que tenemos más cosas en común y surgen coincidencias raras, y ya hace meses que no hablamos pero de una forma u otra sigue ahí, tirando frases raras que quizás no sea de mi incumbencia pero no se. Ahora parece que anda en una relación con una chica, lo cual por más que me duela tengo que aceptarlo, porque yo también tengo novio, pero necesito superar esto porque no me siento en paz.

La verdad no entiendo nada, porque por un lado siento como si yo no nunca fui ni voy a ser nada para él, pero a la vez siento que algo no encaja en todo ésto. Por que volvió a hablarme? Cómo me encontró en ésta nueva red social? Cuál es su problema conmigo? Esas son algunas de todas las inquietudes que tengo. Es horrible no poder hablarle y preguntarle que es lo que realmente pasa y decirle lo que me pasa a mi, y menos ahora.

Quizás sea que estoy obsesionada. Quizás éste caso sea muy común pero para mi fue lo más raro que me pasó en la vida, porque no encuentro el motivo y la respuesta a todo ésto. Disculpen las molestias pero si hay alguien que tenga una respuesta a ésto o que le haya pasado algo parecido y me pueda contar se lo agradecería muchísimo. Sería una solución a todo ésto que para mi es una pesadilla :'[ Gracias y saludos.

Estimada amiga, si te fijas en el comienzo y en el final de tu carta, la tendencia es a disculparte.  Es más, en el inicio calificas de estúpida y larga tu consulta. Claro, también agregas que no tienes con quién hablar…¡y que tienes 23 años!. 

Tampoco has podido hablar con el caballero con quien tuviste el "encuentro – desencuentro" de tu vida; un acercamiento que me hizo recordar el título de una película francesa de hace mucho: “Los paraguas de Cherburgo”, donde había una canción que decía “yo te quiero, yo tampoco”… Eran cosas de la inmadurez y el temor a la entrega, a la intimidad, a la valoración del otro… del temor de depender y de que nos duela que nos dejen… Entonces, fingimos que no nos importa mucho, pero, también, hacemos concesiones y establecemos nuevas distancias y eventuales reencuentros. Es la historia del miedo a la intimidad, al compromiso…. Luego de un tiempo, no sabemos por qué, pero nos quedamos pegados a esa relación que no fue… lo cual, por supuesto, nos trae conflictos con aquella persona que sí es… la que está y es accesible.

Creo que lo que ocurre no se origina con el candidato de tu obsesión porque, si algo hay de obsesión, probablemente tengas en ti un monto de temor a depender que viene de la relación familiar, de tu infancia… Has desarrollado el intelecto y no te falta inteligencia, pero tus emociones no fluyen como debieran. Es evidente que te cuesta cerrar capítulos de tu vida, aceptar que lo que ves invita a una renuncia de a verdad… El seguir en el juego es porque tienes el mismo problema que él… esas cosas en común que habla de los vacíos que ambos tienen en su interior y de lo que les cuesta tanto desprenderse (no es nada fácil). 

Lo que toca ahora en tu vida es darte cuenta que recién estás comenzando a vivirla y todo debe dejar una enseñanza… En este caso, aprender implica saber renunciar, no tanto a una persona como a una forma negativa de relacionarse. Saber, también, qué es lo que quieres para ti; poder diferenciar lo positivo de lo negativo (lo cual equivale a no hacerte adicta a una droga). 

Por cierto, detrás de todo esto, como siempre, está el problema de la autoestima… Deja de mirarte en negativo. Por ejemplo, fíjate que me has motivado a responder, pero mi esfuerzo por ayudar no serviría de nada si no alimento una mirada positiva, una actitud diferente hacia ti misma. 

Me alegraría saber que te he ayudado, quiero pensar que sí… Con eso me siento satisfecho y en algo has contribuido a que sea así.