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2019 09 06 El difícil arte de “dejar atrás”


Doctor mis más cordiales saludos tengo 29 años soy mujer y paso por momentos malos después que mi ex pareja me dejó, recuerdo mucho las malas cosas que hizo con migo y esos recuerdos hacen que me sienta muy mal que llore con intensidad que me duela el pecho y hasta que piense en el suicidio ya acudí a psiquiatras y psicólogos pero me dicen que no es real que todo está en mi cabeza, este chico decía que me quería pero al final término regresando con su ex y dejándome atrás mi debilidad siempre fueron relaciones amorosas nunca llegó a concretar le pido me ayude.


Sea mi primer comentario para decirte que me gusta tu redacción. En los tiempos que corren, la gente parece preocuparse poco por su presentación escrita. Tú lo haces y eso habla bien de ti; es una muestra de que tu comunicación se abre real y coherentemente. Empecemos, pues, por apreciar las cosas buenas que tenemos, por reconocernos y afirmarnos en lo que somos. Hasta aquí, digamos que eres apreciable.

También, eres sensible… lo cual te atrapa desde lo negativo. Estás muy a la expectativa de lo que te puede herir, de aquello en lo que te puede fallar el otro. Te ves sin atractivos y no arriesgas porque estás llena de temor, entonces te refriegas el fracaso (¿?) tenido con tu pareja como modo de cerrarte a una nueva ilusión, ni siquiera para ver en ti y en la vida las cosas lindas con las que nos podemos conectar en positivo.

Trata de aceptar y comprender tu sensibilidad; sé más tolerante contigo misma y con los demás (aunque sea para despedirlos, pero sin enojo). 

La vida y las personas tienen sus fallas y nada es perfecto, tampoco tú. Necesitamos aprender a cometer errores y corregirlos. En tu caso, se trata de cambiar tu enfoque pesimista. Trata de erradicar esa tendencia a estar pensando en lo malo que pasó. 

Tu vida tiene que mirar el presente y el futuro, pero de una manera distinta, con disposición a lo que venga, aprendiendo a manejarlo: alejando lo negativo y conectándote con lo positivo, empezando por lo positivo de ti misma.

Piensa que no es otro quien te debe hacer feliz. Sólo puedes ser feliz desde ti misma, contigo… y, claro, eventualmente compartirlo con alguien que valga la pena. Y, si no lo merece, pues que se vaya; no te quedes pegada a la idea de lo que debió ser. Fue así y punto, ¡chau!

Si no puedes sola, podría ser útil contar con apoyo psicoterapéutico. No sumes a tu lista de decepciones a mis colegas; algo se puede lograr con un poquito de ayuda y paciencia.


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