viernes

2019 12 16 Soltera y sin compromiso


Buenas Dr.
Estoy soltera, sin compromisos.
Cuando noto que podría gustarle a alguien me hago la indiferente, como si no me diera cuenta, la persona que atraigo se me puede acercar, mirar, sonreir, pero yo me hago continuamente la despistada, me pongo seria...
Mi comportamiento pienso que puede ser por miedo a que sean imaginaciones mías y no sea cierto, ya que más de una vez cuando a mi me ha gustado alguien y he creído ser correspondida, me he confesado a la persona y le he contado mis sentimientos, pero no he sido casi nunca correspondida. Desde entonces, espero a que den el primer paso, si yo gusto.
Debo decir, que no me suelen gustar los "jueguecitos de tonteo", no me siento cómoda, soy un poco tímida al principio.
Estos juegos(seducción, tonteo), son necesarios para saber que dos personas se gustan?
Escribo porque no sé que hacer con la situación, ni como seguir actuando.
Muchas gracias!


Resulta gracioso que, lo primero que moviliza en mí al leer el título, es la idea de una oferta o, mejor, una invitación a otro soltero y sin compromiso.

De hecho, creo que uno tiene que tener claro que anda a la espera de encontrar a ese otro que se inspire en el mensaje. Quiero decir que tienes que ubicarte en firme en lo que claramente es evidente.

El juego de la seducción es parte natural del cortejo. Tiene sus variables. Cada quien lo hace a su manera. El asunto es que uno llegue a “saber leer” los mensajes del otro, detectar si hay “vibra” emocional en la actitud, en la mirada, en los tonos de voz, etc. Esto tiene que formar parte de nuestra “cultura relacional”. Ese saber nos brinda seguridad, como para aceptar o rechazar al candidato.

Pero, parece que lo que no te ayuda es que eres tímida, pues bien, la timidez, supone una serie de prejuicios e inseguridades. Importa que te sientas bien contigo misma y con lo que tienes, eres y puedes. Explorar en la vida, sin temor a frustrarse, nos va dejando la enseñanza que necesitamos. Creo que no hay persona que haya dejado de equivocarse o frustrarse. El asunto es persistir.

Ahora, bien, si la timidez es muy grande, quizás conviene visitar al terapeuta, que te ayude a comprender la naturaleza de tus temores, a conocerte mejor y aprender a “leer” los mensajes emocionales del otro y cómo funcionan los tuyos, qué respuestas provocas y por qué.

Estoy seguro que saldrás adelante, mantén el letrero…

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