Estimado
Pedro:
Tengo
47 años y he estado casada muchos años con una persona a la que amaba pero se
volvió alcóholico y drogadicto, además de ser bipolar. Hace siete años que
terminé esa relación y rehice mi vida junto a mi hija, incluso poniendo tierra
de por medio.
Mientras
mi hija ha sido una niña, y hasta hace un año he estado muy centrada en su
educación, deportes, en su vida pero empecé a abrir mi corazón nuevamente y he
tenido algunas relaciones que considero de aprendizaje.
Ahora,
estoy tres meses con una persona diez años mayor que yo de la que me he ido
enamorando poco a poco, aunque nos vemos solamente una vez a la semana o los
fines de semana. El fin de semana pasado me confesó que esnifa de vez en cuando
cocaina y speed....
Ahora,
tras meditarlo, me duele muchísimo todo esto porque es para mí revivir de nuevo
un calvario que me costó superar.
El
caso es que estoy pensando en dejarlo pero sin darle explicaciones, sin decirle
que es por sus "escarceos esporádicos" que para mí no tiene cabida ni
me cabe en la cabeza. He pensado en decirle que ya no me gusta, aunque sea
totalmente incierto porque no quiero darle opción a nada, conozco el tema
perfectamente y sé que esto no puede ir a mejor nunca. El caso es que mis
amigas me dicen que le diga la verdad pero creo que eso sería dejar una puerta
abierta a que diga que lo va a dejar cuando sé que es mentira, siempre lo es.
Le
agradezco su consejo de desconocido entendido en esta materia.
De
antemano, le doy mis más sinceras gracias.
Estimada
amiga, una de las cosas que menciona en el inicio de su nota es que su ex
esposo desarrolló el alcoholismo a posteriori de juntarse ustedes. En tanto
así, conoce ampliamente cómo es. Creo que está claro que este nuevo candidato ya muestra indicios de que puede pasar lo mismo.
Usted
sabe que el problema es no solo el temor de que vuelva a juntarse con alguien
con esta tendencia; usted ha formado parte de un complemento de la misma, lo
que llamamos, coadicción. Entonces, es también el temor a recaer y ya usted lo
tiene claro. El asunto es enfrentarse a sí misma y no autoengañarse.
La
sabiduría de su posible respuesta consiste en ser coherente con lo que se sabe
y funcionar de acuerdo a eso. Usted conoce mejor que yo la situación; la ha
vivido, la ha sufrido y le ha costado salir adelante.
Una
oportuna renuncia fortalece el espíritu. No tengo nada que agregar que usted no
sepa. Gracias por consultar.
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