viernes

2017 10 25 ¿Fobia social?

Buenas tardes doctor. Mi pregunta es si la fobia social se puede solucionar y dejar de sentir por completo. Hace 7 años una compañera de estudio me invitó a su casa a almorzar yo acepté, estábamos con su familia pero ellos me sirvieron muchísimo y me daba pena dejar un poco cuando iba terminado sentí muchas ganas de vomitar (algo que nunca me había ocurrido), por lo cual me fui al baño y no aguante y terminé vomitando. En ese momento sentí mucho temor de que me fuera a pasar lo mismo en otra situación parecida. Desde ese momento mi vida cambió me da pena comer con otras personas. No me gusta que me inviten a salir a comer porque siento un nudo en la garganta y en el estómago y hace que no pueda comer. Eso me preocupa mucho porque he tratado de luchar contra eso pero me ha sido muy difícil. Hace 1 año fui donde un sicológico y me dijo que los ejercicios de respiración me ayudaría y me dió varias técnicas, pero no sé si es que no lo he hecho bien o qué pasa porque no siento que funcione. Quizás es un tema muy tonto para muchos pero es algo de lo cual hace que pierda muchas oportunidades y eso me entristece. Le agradezco mucho doctor su colaboración.


Estimado, es cierto que tiene usted una manifestación fóbica, ha pasado bastante tiempo limitando su vida social, pero, parece ser que está circunscrito al hecho de salir o ser invitado a comer. El que se desarrolle una fobia por una situación como la que describe deja evidencia de una tendencia ansiosa previa, un trastorno de angustia que está por debajo y debuta sintomáticamente como una fobia.

Es posible que la invitación de aquel entonces haya tenido un carácter especial, a lo que se agrega el haber sido atendido más que solícitamente por la familia de ella, al punto de no poder parar de comer todo lo que le ofrecen. Esta dificultad para poner los límites la asocia con un sentimiento de pena por dejar la comida. 

Es posible que se le hayan movilizado viejos temores de frustrar a sus  padres (o, a su madre, en particular cuando niño). Se ve invadido por la situación, abrumado por algo que por alguna razón moviliza en usted pena y angustia, cosa que está tratando de evitar.

El acento sobre la pena se reitera cuando dice que eso es lo que siente al comer con otras personas “me da pena comer…”. Un detalle adicional es que lo considere usted como tonto, que no merece atención, como si se tratara solo de que usted satisfaga las necesidades de los demás.

Pareciera que no ha tenido oportunidad de algo más que recibir exigencias de buen comportamiento, como que hubiera tenido que inhibir sus sentimientos por temor a no ser comprendido - aceptado.

En tanto así, es tiempo que se dé una oportunidad de liberarse de algo que lo condena a una vida triste y retraída, que se pueda relacionar con los demás sin sentirse atrapado por sus demandas; es tiempo de sacudirse, de poder decir "no"… y también "sí", pero sobre la base de una mayor claridad de sus deseos.

Los temores nos pueden condenar si no los enfrentamos; pero, si nos atrevemos, pueden llegar a ser de muchísima utilidad, nos ayudan a definirnos mejor y empoderarnos para la vida.  

Los ejercicios de respiración y otros de relajación, etc.,  tendría que acompañarlos de una psicoterapia psicoanalítica que le ayude a desbloquear estos nudos de pena y conflicto que se mantienen activos y le hacen difícil el acercamiento a los demás.

Pudiera requerir también el uso de psicofármacos, ya que tiene un problema de ansiedad que vale la pena atenuar para facilitar su terapia introspectiva.  Pero todo tiene un punto de partida y es la necesidad de hacer un buen diagnóstico de su cuadro y, desde allí, orientar la conducta a seguir. ¡Decídase a cambiar su vida!


No hay comentarios: