viernes

2017 09 06 Conmigo, entre mis brazos…

Bueno mi nombre es Margarita, tengo 16 años de edad, y pues nose... nose que ocurre conmigo, podría definirme como una persona social pero al final sólo genera eso más soledad conmigo misma, conocí a mi madre a los 13 (vive en otro lado) mi padre tiene su pareja e hijos (no compartimos casi nada, solo un hola a pesar de que vivimos en la misma casa), mi abuela (mujer que me crió, amo y cuido hasta el último de sus dias)
lleva 5años de fallecida, y creo que desde ahí empieza todo.
Me gusta componer, y podría decirse que interpretó casi todas las experiencias ( sobre todo experiencias vacias y tristes) en mis letras.
E llegado a consumir a mi corta edad infinidad de drogas que no llenan este dolor
soledad? nolose.
Prefiero acurrucarme en mi cama, entre mis brazos porque sólo pensar en esto duele,
caen lágrimas de duda ,gritó auxilio dentro de mi cabeza.
E tenido experiencias rarísimas que incluso pensé un tiempo que estaba enloqueciendo y debía internarme
Experiencias.
No recuerdo lamentablemente si fue un sueño o un desdoblamiento astral
pero me vi recostada en mi cama ( yo desde la puerta de mi cuarto)
Y sobre mi una sombra negra que terminó introduciéndose por mi boca .
La depresión a llegado a un extremo de atuodañarme , jalarme los cabellos, arañarme el pecho , golpear mi cabeza , tirarme bofetadas repetidamente.
Es doloroso sentir me asi ,
incluso pensé que necesita internarme
pero no siento que ayude sino que me deprima más y sería capaz de lanzarme de alguna ventana.
Hay cosas que incluso hasta siento que es cierto.
No pueden solucionar ni los psicólogos, psiquiatras, ni las drogas, ni el alcohol, ni todo la compañía del mundo, ni las pastillas.
se llama amor , amor del puro.


Margarita, creo que queda claro, en medio de todo, que no ha ganado el intento de confundirte o dañar tu potencial de darte cuenta… Es doloroso, pero te das cuenta: aún sabes que lo que necesitas es amor… Creo que hay momentos en que te lo prodigas (lo tomo para el título de la nota), te sostienes a ti misma, pero es como si faltara un poquito más de ese encuentro contigo misma para poder confiar en que eres capaz de amar-te (en algún momento dices “sentir me” como representando algo que no se termina de conectar). 

Ten presente que lo que has pasado ha sido la historia de un permanente abandono y ausencias. Sin embargo, estuvo también tu abuela y con ella el cariño se dio. Lamentablemente, ella se fue y quizás no enraizó lo suficiente dentro tuyo el afecto que compartieron… o quizás sí.  Entonces, tal vez podrías aceptar que te es posible dar y recibir amor y soltarte de estos aferramientos a la melancolía.

Hay mucho en ti que espera que elabores tu pasado, que le des ese toque de creatividad que puedas escribir y cantar tus composiciones, a la manera de Erick Clapton cuando perdió a su bebé… 

Es el momento de darle oportunidad a lo que eres, a lo que tienes y enterarte que puedes abrazar-te con alegría, con ilusión. 

Por cierto, en algún momento quizás… (no te enojes, juego con el “quizás") permitas que alguien más también te abrace, sin demandar con ello la perfección… Lo importante es que recibas lo que hay o se te ofrece, empezando por ti y el amor que anida en ti. Empieza por quererte y darte oportunidades. 

Este mensaje se debe a ti. Nunca lo hubiera escrito si no te diriges a mí… Mi respuesta es gratuita, natural y humana, llena de buenos deseos para ti… 

Así es la vida y así se da el amor.  El primer paso tenemos que darlo nosotros para que las cosas pasen. Seguro que tendrás frustraciones… pero el reto es levantarse cuando esto pase.  Las frustraciones duelen, pero no las enganches con el pasado. Ahora conduces tú y puedes alejarte de lo que maltrata.  No te olvides, sin embargo, que nada es perfecto y las personas damos lo que podemos… y cuando nos vinculamos con otros lo que surja siempre es producto de la interacción. Si sacamos amor, alegría, ilusión, confianza, es posible que el otro refleje lo que percibe ante sí…  Tomará un tiempo hasta que lo logres, pero créeme que así sí vale la pena, contigo al timón.

Estás empezando tu vida, piensa que lo peor ya pasó. No te pegues a ello, al pasado, (tampoco te pegues a ti misma).  Lo mejor está por venir… y ahora puedes elegir… 

Te deseo lo mejor

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