viernes

2016/08/29 Venciendo la timidez

Buenas noches. Soy una chica de 29 años. Siempre he sido una persona tímida pero hasta ahora esto no me había supuesto ningún problema ni le había dado mucha importancia. Desde hace unos meses, me estoy dando cuenta de que mi timidez cada vez va a más y cada vez me está generando más problemas: mi pareja se aburre cuando estamos solos, cada vez quiere hacer menos cosas conmigo, me cuesta mucho tiempo y trabajo conectar con la gente y cada vez me veo más sola. Me gustaría saber de qué manera puedo sociabilizar más. Gracias de antemano


Quizás debo empezar contándole que yo también soy tímido. Nadie lo creería… El asunto es que toda mi vida me esforcé por que la timidez no me limitara. Si algo me causaba temor, hacía lo posible por enfrentarlo y superarlo. Estuve, además, muchos años en psicoterapia, aprendiendo a soltar mi mundo interior y a vencer mis fantasmas.

A la mente tenemos que mirarla como hacemos con el cuerpo: si queremos estar en forma, pues hay que ponerse a hacer ejercicios o ir a un gimnasio. La mente tímida está debilitada por la noción que se tiene de uno mismo y cada vez que nos dejamos vencer por el temor, debilitamos más esa sensación, a la que solemos llamar autoestima.

Entonces, por lo que narra, se acostumbró usted a funcionar con esa timidez, hasta que empezó a sentir que le causaba problemas… ¡Bien!  Lo primero que tiene que ocurrir es que si tenemos una conducta que no deseamos, que nos genera problemas, empecemos por cuestionarla. A partir de ese momento, tenemos que empezar a ejercitarnos, enfrentando situaciones que nos atemorizan: hablar con la gente, mostramos tal como somos (sincerarse), no estar siempre en lo mismo (salir de nuestras “zonas de confort”), mirar a la gente a los ojos, sonreír a los otros, tomar iniciativas en la relación de pareja, no esperar que el otro decida y disponga todo. Se trata de plantear algo que no sea el consabido “¿tú qué quieres?”sino, más bien, afirmaciones como “quisiera ir al cine a ver…” o cualquier cosa que parta del deseo de uno mismo.

Al proponerse este cambio, seguramente puede apoyarse en sugerencias de auto ayuda, que abundan en internet, El asunto es identificarse y comprometerse con la propuesta y jugarse la vida en llevarlo adelante.

Una opción, por cierto, es que, si no puede sola, visite a un psicoterapeuta, que es como los “personal trainers” de los gimnasios”.

Recuerdo que Diana, la princesa de Gales, era muy tímida y logró cambiar mucho con asistencia múltiple, en cuestiones de su arreglo personal, aliento a sentirse ella misma, a poder sentirse como una mujer y no una niña, arriesgarse a decir y hacer cosas, etc. Cambiar se puede: hay que proponerse lograrlo, luchar por ello y las cosas cambian… Suerte.

No hay comentarios: