PIENSO QUE NO ESTOY AYUDANDO LO SUFICIENTE
Buenos días, Tengo una amiga que hace cosa de un año sufrió un trastorno
psicótico, la ingresaron y se recuperó. De eso fue hace cosa de un año, y yo
junto con su familia la hemos ayudado todo lo que buenamente hemos podido.
Incluso cuando ella me daba alguna mala contestación yo seguía ahí al pie del
cañón para que viera que tenía todo mi apoyo, y ella junto a su familia están
muy agradecidos. Ahora le han propuesto hacer un curso de terapia en el momento
que estaba animada para hacer algún curso y piensa que puede ser una pérdida de
tiempo, y también cuando echa la vista atrás se pone triste, la escucho, la
intento aconsejar, pero pienso que no es suficiente y me siento como si no
hubiera hecho nada, aunque su familia me dice que sí estoy haciendo mucho, pero
yo tengo esa espina clavada de que no es así y si algún día le sucediera algo
me haría sentir culpable. ¿Que me aconseja?
Estimado amigo/a:
En principio, felicito su vocación de
servicio, la dedicación que ha puesto en ayudar a su amiga es loable, lo mismo
va para la familia. En situaciones de quiebra psicológica mayor, como puede ser
el caso de una psicosis, es indispensable que todos se involucren en sostener un
entorno acorde a las necesidades de la persona afectada, pero sin dejarse tomar
por la psicopatología del paciente, sin cargarse emocionalmente, incluso hasta
llegar a padecer problemas psicológicos, como depresión, angustia, etc. y
sentir que uno se va quedando sin energías y con una creciente sensación de
impotencia frente al problema.
La colaboración y apoyo de la familia y
amigos a una persona que padece este trastorno mental es muy importante pero suele
resultar muy difícil y producir mucho estrés, irritabilidad y hasta culpa en su
entorno. El proceso de ayuda tiene que estar
acompañado y guiado por el tratamiento psiquiátrico y psicoterapéutico,
cuidando que el paciente tome su medicación, asista a sus citas y cumpla con
las indicaciones de los profesionales. Es decir, el tratamiento debe ser orquestado
por quien esté a cargo de la psicoterapia individual, o del psiquiatra a cargo.
Es importante estar al tanto de las
posibilidades y limitaciones propias; estar conscientes de nuestros deseos y de
las limitaciones reales del paciente. Puede
resultar muy frustrante hacerse la idea
de una recuperación lineal, sin retrocesos y que las cosas, como suele suceder,
sean diferentes. Es posible que el paciente mismo sienta que nada es
suficiente, por causa de su propio trastorno y dificultades “de origen” y, si
estamos muy sensibles a ello, podemos sentir muy intensamente que realmente no
estamos dándolo todo.
Tenemos que tener en cuenta que hay
problemas psiquiátricos que ni la familia ni los amigos podrán resolver, pero sí
resulta muy importante para el paciente sentirse acompañado y contenido por su
entorno. En ello, insisto, es importante tener la asesoría del profesional a
cargo, quien, a su vez, “contenga a los contenedores”, porque también tenemos que
saber que hay cosas de cada uno que se necesitan procesar, que no todas son cosas
del paciente, que se generan interacciones y dinámicas que pueden favorecer la
mejoría como también otras interacciones que pueden no ser favorables (para
ambos).
En fín, hay que canalizar ese deseo de
ayuda, darle contexto y salvaguardarlo con la guía del profesional a cargo.
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