Hola Dr. Pedro, primero y ante todo
le agradezco el tiempo que se tome en leer (y quizás) responder a estas líneas. Quiero compartirle mi situación, que es la de
basicamente estar en un vaivén con una mujer a quien aún quiero y deseo, pero
que ya no somos pareja. Ella va y viene cada cierto tiempo, ha terminado el
vínculo tantas veces que perdí la cuenta. Aparte que a veces se muestra fría,
agresiva, pero en otro momento sonriente y dulce. Me ha hecho escenas, y Dios mío, no habla de
frente, parece que disfrutara de pelear por mensajes de texto, cuando me dí
cuenta en toda su dimensión de lo que es ella, ya estaba enamorado. Pienso que es una persona que no se deja
querer, que pareciera que necesita estar saboteando constantemente el gozo, la
alegría. Le planteo un par de ejemplos
- Momentos en los que yo era amoroso
y ella se enternecía, tiempo después, cuando se iba a su casa, empezaba a decir
cosas hirientes o ser "pica pleito", oh sorpresa!, por mensajes de
texto.
- A veces se muestra seductora, pero
en ocasiones se queja como si yo fuera el tipo que únicamente quisiera tenerla
en una cama y más nada (cuando a la vez mi queja de ella, es que a veces no me
permite llevarla por ahí, consentirla más)
- En ocasiones, cuando da signos en
el sexo de estar disfrutando mucho, después del sexo puede comportarse algo
normal, pero el mismo día, o al día siguiente dice o hace cosas humillantes
(por ejemplo, una vez me invitó a almorzar, crucé la ciudad para verla y me
salió con que debía volver al trabajo)
Siempre señalando mis defectos de
manera magnificada, lo más pavoroso es que en ocasiones ni son míos, sino
relatos textuales de su comportamiento que de pronto me achaca a mi como si yo
fuera un espejo o algo así que la refleja.
Un día le dije que no había necesidad de que en ocasiones haya sido mala
gente, gritarme, cortar la llamada del tlf, pero ella me dijo que cada una de
esas cosas yo las había provocado (estuve en desacuerdo y me pareció un descaro
que lo dijese así tan tranquila y fría).
Opino que ella es maltratadora, y por cierto, muy mentirosa.
Iniciamos relación y ella dijo que se
había separado del padre de sus hijos, al tiempo me di cuenta que era mentira,
se enfurecía de manera bastante patente (lo cual la llevaba a tratarme a las
patadas) Terminó dejándome, y ahora está
como siempre estuvo con la otra persona Pero
aparece una vez al mes, o me escribe, o se aparece en mi trabajo, o cosas así,
con dulzura, besos. Le aclaré que quiero a alguien en mi vida que me de afecto,
calidez, respeto, amor y cotidianidad, que ella no lo estaba haciendo sino
muchas veces lo contrario. Por amor es
que la recibo cuando me visita, aparte que siempre hay besos, y pareciera que
nos dirigimos a retomar el sexo. Yo deseo a alguien que me quiera y se deje
querer, me vine a enrredar con una mujer maltratadora (creo que algunas
personas dudan de lo que digo porque el cliché es que el hombre sea acusado de
agresor) Muchas veces no se deja querer y aparte a veces como que le gusta
maltratar. La pareja de un amigo me dijo "Que suerte tiene que la quieras
tanto"
Ese aparecerse de cuando en cuando
(en lo cual lleva algunos meses) me parece un modo de no permitirme hacer un
duelo, porque llegué a estar bastante tranquilo con la separación, pareciera
interesada en reavivarme el amor, el asunto es que, y me duele decirlo porque
la quiero, es que es una persona increíblemente mezquina. Entrecomillas doy
gracias a dios que decidí ir a terapia, ojalá eso me ayude a estar mejor y
tener una vida mejor.Ojalá pueda darme algún feedback, pero igual gracias por
leer. Saludos
Hace un tiempo, un sobrino me expresó
esta frase (el amor con amor se paga), a la hora de invitarme a almorzar, recordando con ello su gratitud
por algo que había hecho por él.
La idea de ponerle este título es que
la resultante natural de una relación de amor es que el otro responda “a
predominio amoroso”. Siempre habrán formas diferentes de agresión, pero, al
punto en que las hace tu pareja, uno duda si el propósito de su respuesta es
amoroso o agresivo, mejor dicho, “a predominio agresivo”. En ese caso, no
solamente es cuestionable la naturaleza del amor de ella sino, también, la del
tuyo.
No es saludable insistir en amar a quien nos maltrata. Tenemos que
preguntarnos si eso es amor o si estamos apegándonos a una relación que nos
mueve cosas poco saludables.
Un problema que puede estar presente en esta
relación es la dificultad para cortarla. Terminar la
relación de forma definitiva creo que sería la única manera de
ayudarlos a superar el problema que -seguramente en ambos- tiene que ver con el
temor a un apego muy grande).
A veces, importa mucho que el otro sienta que uno no
lo necesito tanto, que una no está dispuesto a pagar maltrato con amor, o que, por
lo menos, esto tiene un límite, que de verdad uno puede separarse, que puede afrontar el dolor de la pérdida (no se trata de demostrarle al otro, se trata
de poder hacerlo uno, por sí mismo, por la propia salud emocional).
Pueden pasarse ustedes la vida en
este mutuo engaño, mientras no se concreta nada ni se resuelven los mutuos
traumas que parecen tener.
Trasuntas, en la consulta que haces,
que eres capaz de darte cuenta. Lo correspondiente sería cortar, no con
ella, sino con esa tendencia en ti… Ése es el trabajo. A futuro, si no lo haces,
el gran riesgo será repetir, de una forma u otra este modelo.
Entretanto, valdría la pena hacerte un espacio para revisar tus cosas con un psicoterapeuta
dinámico. Anda, es como ir al gimnasio. Acá de lo que se trata es de
fortalecer la calidad de los lazos contigo mismo y con los demás.
Suerte.
1 comentario:
muchas gracias por tan rápida y detallada respuesta,
Lo tomaré muy en cuenta, saludos :-)
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