De casualidad encontré esta página. Desde hace cinco años
vivo separada pero compartimos la casa con el padre de mis dos hijos quince y
doce años. Varón y nena. Vivimos en medio de un clima tensión. Últimamente
estos climas son más agudos. Mis hijos se irritan fácilmente y el cli.a es más
tedioso aún. He realizado las denuncia correspondiente para exclusión pero el
señor ni se mueve de mi casa y tampoco el juzgado. Aveces pienso q sería mejor
irme de mi casa pero no se adonde y me da mucha bronca que todo mi sacrificio
se lo regale a el. Que hacer a esta situación. El es violento verbalmente me
fue infiel es descalificador ahora maltrata a mi hijo
Estimada amiga:
Creo que lo primero que habría que buscar es la calma. Sé que
puede sonar a una utopía, algo imposible, pero si alguien está alterado y uno
responde reactivamente, las cosas se caldean más. Mi abuelita solía decir “para
pelear se necesitan dos”. Creo que tiene
que ingeniárselas para no caer en la reactividad (manifiesta o interna).
La distancia física que ha tomado (supongo que duermen en cuartos
diferentes) tiene que llegar a ser una distancia más bien interna. Tenga en
cuenta que el día que él no le importe realmente, no reaccionará, no habrán más
discusiones ni alteraciones que ya, lamentablemente, contaminan a sus hijos.
Es una prueba para usted el rescatarse en la autoestima,
valore lo propio, de manera que no dependa de las calificaciones que el emplea.
No deje de preguntarse también, qué pone usted para que esto suceda, para que
él no la respete y hasta la golpee. Tome conciencia que el que es más fuerte no
es el que levanta mas la voz o se alza con la razón (aparente).
Insisto, serénese, es posible que estén entrampados en una de
esas peleas sin fin, en ese morbo nefasto por lo resentido, que mina nuestros
mejores sentimientos. Hágase espacios de gratificación y trate de sentirse bien
en lo personal. Si puede, además de no pelear, sea amable con él en incluso en
los momentos de poner límites. Difícil de explicar, más difícil de aplicar,
pero me parece la mejor vía: no pelear más. Tenga presente que este
envenenamiento de su alma requiere del bálsamo de la amistad, del afecto de la
familia, de gratos momentos, pero sin “poner todo lo malo en él”. Símplemente
busque estar bien porque así lo quiere y merece. La posible separación entonces
será una simple consecuencia natural.
Cuénteme dentro de un tiempo cómo le fue.
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