viernes

2015/08/25 “Un(a) deshecho del espacio”

Hola Dr. Desde hace 8 años que me enamoré perdidamente, en serio. Lo cual me destrozó en todas las maneras posibles. Sé que me amó, mucho más que yo a ella, pero bueno, hace dos años que nos dimos el adiós definitivo, incluso mucho antes no he vuelto a ser igual, me siento infeliz, no soporto a gente a mi alrededor, mis pocas relaciones siguientes no duran más de 2 meses, lo intento, juro que intento seguir adelante, solo que ya no sé de donde sacar fuerzas, todo me agobia, a veces sin poder evitarlo siento que me desconecto, mi mirada se pierde, tengo episodios de ansiedad, me encierro, no salgo porque un sentimiento extraño hace que me quiera quedar siempre en casa, me avergüenza admitirlo pero estoy yendo por el mal camino, no sé como evitarlo, me estoy matando y no puedo evitarlo. Es obvio que necesito ayuda, todo dentro de mi grita por ayuda, pensé haberlo superado pero no es así, la amo tanto como al inicio, quiero ir a buscarla, recuperarla, no sería justo por ya está casadaaa! Admito que eso si me mató, lloré frente a la pc viendo sus fotos el día de su boda, su prominente barriga que anunciaba que tendría un bebé. Ya no le encuentro sentido a nada, tengo miedo, miedo de un día despertar más débil de lo acostumbrado y hacer algo estúpido. Quiero volver a enamorarme, volver a amar, pero es como si todo mi amor ya hubiese sido consumido, ya no puedo ser feliz. Deme un consejo Doctor,incluso antes de conocerla me he sentido una deshecho del espacio, Gracias.



Pongo este título ("Un(a) deshecho del espacio") “capturando” su lapsus final, en el párrafo en que aclara que este tema viene de atrás, de antes de estar con ella. 

Creo que cuando niño debe haberse sentido “un deshecho”, algo que se tira y queda flotando a la deriva. O, quizás, quedó “deshecho” por alguna causa que no ayudó a que usted se integre como naturalmente nos pasa cuando hemos tenido experiencias dolorosas en la infancia o nos faltó un buen sostenimiento materno.

Cuando uno ama de la manera que usted describe es porque uno siente  que el otro llegó a formar parte de uno mismo, que uno se fundió con el otro… como sucede en la infancia entre madre y bebé, antes de que el bebé pueda empezar a diferenciarse de la madre.  

Esta situación, la de un acercamiento fusional, es también propia de los primeros momentos de un enamoramiento, el cual después, naturalmente, evoluciona a una individuación, en donde las personas se pueden separar y relacionarse sobre otras bases diferentes a las de la fusión.  Recién entonces se pasa de la etapa del enamoramiento a la del amor propiamente dicho.

Si uno se mantiene en la etapa de fusión, sin avanzar hacia la individuación, y se produce la separación, siente como que el otro “se llevó mi yo”. Esto suele ocurrir cuando en la infancia hemos tenido muchos vacíos afectivos, que en la edad adulta tratamos inconscientemente de llenar con la búsqueda de  la fusión.

La prolongación del estado fusional, genera reacciones paradójicas, tensiones excesivas, necesidad de control, celos, etc., que a la larga deterioran la relación. Volvemos a sentir el saldo de miedo y temor a amar porque la posibilidad de un nuevo enamoramiento nos hace sentir demasiado expuestos. Nos queda una sensación de pérdida que no se resuelve, en gran parte porque no podemos optar por un vínculo amoroso con otra persona, dado el temor que esto nos provoca. 

De esta manera, podemos pasarnos mucho tiempo “velando al muerto”, es decir, aferrados a la que se fue, porque, de alguna manera, nos es más fácil que emprender la incierta aventura de conseguir otra relación y exponernos al dolor de la pérdida.

Hay que ir recobrando la confianza.  Esta experiencia le debe dejar una lección.  Hay en usted vacíos que no facilitan la relación de manera equilibrada y ahora lo están sumiendo en una depresión que requiere ayuda.

Permita que lo ayuden, recobre por esta vía la senda del vínculo y la confianza en sí mismo y en la vida.  Las cosas pueden ser diferentes si se abre a la posibilidad de que algo pase. Tenga presente que, metido en su casa o dentro de sí mismo, no va a pasar nada que cambie las cosas.

Vamos, solicite ayuda, esto funciona, ya ha comenzado con esta carta, que es un pedido de ayuda. Mantenga esa línea, busque apoyo en un profesional. Creo que le vendría bien tomar algún antidepresivo (recetado por un psiquiatra) pero lo más importante tendrá que ir por la vía de una psicoterapia psicoanalítica.

No hay comentarios: