viernes

2015/08/04 La vida en sueños

Hola Doctor. Le escribo porque quisiera que me interpretase un sueño. Verá, estoy enamorada de un hombre que actualmente tiene novia. Sé que él tiene pareja por terceras personas, aunque no me importa. Me dedico a seducirle y él parece encantado pensando que solo deseo amistad con sutiles coqueteos, pero realmente él me busca para hablar en horas en las que debería estar con su pareja y creo que no se percata de que se está enamorando, además por otros detalles. El caso es que menciono esto porque la novia de ese hombre aparecía en mi sueño. Se lo contaré:
Yo estaba en una especie de parque o finca muy bonito, con caminos de piedra por los que pasear. Sin embargo el lugar era oscuro y sobre las porciones de hierba había un montón de cerdos muertos apilados de manera ordenada. Por los caminos la gente paseaba completamente tranquila y ajena a la presencia de los animales muertos.
En una especia de plaza en ese mismo parque estaba la novia de aquel hombre dedicándose a sus propias actividades. En la realidad ella no me conoce, de modo que en el sueño actuó como tal, como si yo fuera una desconocida que estaba paseando por el parque de los cerdos muertos. Allí yo era la única que me sentía incómoda, tanto por la presencia de aquella mujer por la de los cadáveres de modo que caminé intentando no llamar mucho la atención para salir de allí o ir a otra parte donde hubiera vida y escapar de aquella visión y del olor a carne muerta y a sangre. Subí por uno de los caminos de piedra pasando junto a más montones de cerdos muertos mientras la gente seguía tranquila paseando como si nada.
Entonces llegué a una parte del parque donde había más animales, pero esos estaban vivos. Y digo vivos porque en teoría lo estaban. Pero tenían un aspecto terrorífico y maligno que me hacía estremecer. Había caballos, asnos, conejos y seguramente otros que no recuerdo. Todos con el pelaje manchado de sangre y con la mirada perdida. En esa parte del parque no había gente. También quería alejarme de allí, así seguí caminando hasta que el camino de piedra desembocó en un campo donde había un asno que me cortó el paso. El asno se acercó a mí, y él tenía la misma pinta que el resto de los animales. Se me acercó y parecía que sus intenciones eran solo que yo lo acariciara y me pareció bien, pero entonces pude ver algo dentro de él que me espantó y retrocedí para volver a donde había comenzado el sueño y regresar con la gente.
Cuando caminaba para volver y casi había vuelto, de hecho podía ver a todo el mundo, un conejo blanco con el pelaje manchado de sangre caminaba en sentido contrario a mí por el camino de piedra y me miraba como queriendo que lo acariciara. El conejo era más grande de lo habitual y tenía un aspecto casi de dibujo animado. Al principio no me asustó, pero entonces escuché desde ahí a dos hombres desconocidos que hablaban entre ellos comentando lo traicioneros que eran los conejos, que en cuanto tenían la oportunidad trataban de morderte. Todos los humanos de allí parecían ajenos a mi presencia. Volví a mirar al conejo para acariciarlo y entonces pude ver lo mismo que vi en el asno y en el resto de animales. Algo malo dentro de ellos que me hizo huir. Cuando me alejé, el conejo me persiguió como queriendo que lo acariciara y yo trataba de librarme de él y cuando saltaba sobre mí lo tiraba al suelo, lo más lejos que podía y me alejaba.
Así terminó el sueño. ¿Qué puede decirme? en verdad me ha dejado preocupada. Es un sueño muy extraño y tenso.


Estimada amiga,

Interpretar un sueño es bastante más complejo que basarse en lo que llamamos “el contenido manifiesto”, es decir, la versión formal del sueño. Lo ideal es meterse ambos, soñador e intérprete, en conexión con lo que el sueño permite asociar o evocar.

De todas maneras, dentro de las múltiples posibilidades de leerlo, mencionemos cosas que pueden tener sentido. Lo primero, es que hay una relación entre el enamoramiento, la seducción y los contenidos del sueño; el contexto actúa como un estímulo para que se produzca este sueño. 

En su sueño, está la presencia de “la rival”, dividiendo el terreno. Es interesante que ella no se fije en usted; y que, en general, nadie se fije en lo que está muerto o notoriamente maloliente. 

Hay un acento importante en no ser percibido, quizás una evocación de que “alguien no se da cuenta de lo que me pasa” (algún episodio que podría remitirse a su infancia en que esto pasó). Y, lo que pasa parece que tuviera que ver con alguien necesitado de que le hagan cariño, como el asno o el conejo. 

El problema con el asno es ver ese interior que busca afecto y a la vez muestra algún sentimiento “malo”. Pudiera tener que ver con situaciones en que nos hemos dado cuenta de los malos humores que el otro tiene con nosotros. En la infancia nos puede aterrar percatarnos de que papá nos puede odiar, lo percibimos o lo creemos percibir así…

El conejo también busca caricias y anda ensangrentado; algo de aquella escena sangrienta (la de los cerdos) lo contamina… y asusta; mueve temor.

Pudiera ser que ambos, asno y conejo, involucren una situación sexual. El asno es conocido por su pene inmenso y el conejo es un símbolo muy conocido de “Play boy”, en donde las mujeres se muestran desnudas. Podría estarlo viendo como un pasaje sangriento de una inocencia tierna a una sexualidad incierta y potencialmente mortal.

De hecho, el ser la protagonista de una rivalidad con aquella “otra” puede estar haciéndole sentir mal, digna de un castigo al parecer muy cruento. Por ahora todo aparece como muy inocente en la realidad, pero ya es consciente de que está camino al enamoramiento correspondido… Esto no necesariamente es punible; tenemos que considerar la libre competencia y considerar que quien estaría haciendo una elección es él. Importa que esté en capacidad de aceptar el reto de ser la elegida.

Lo dicho es un ensayo, no necesariamente es “la verdad” que oculta el sueño. Lo que sí es real en este momento de su vida es que las cosas que están pasando en el terreno del amor pueden adquirir una mayor transparencia si se anima a revisar sus cosas con un psicoterapeuta psicoanalítico.

Bueno, gracias por compartir y… suerte

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