viernes

2015 08 11 Todo vale por amor

Buenas noches Doctor, le escribo para que me de su punto de vista sobre la siguiente situación: hace más de un año empecé una relación con un chico más de 10 años menor que yo, durante este tiempo supimos superar algunos conflictos que tuvimos, los dos cambiamos aspectos de nosotros mismos para mejorar la relación; sin embargo, en el último tiempo nos hemos visto envueltos en peleas por nimiedades, por un tono de voz, una mirada mal entendida, es como cuando una coma se pone mal y le da otro sentido al texto. Producto de esto, los dos hemos terminado agotados por los malos ratos que a veces eran diarios; hasta que conversamos y él me dijo que ya no quería más estar en esa situación y prefería terminar bien la relación. Yo también lo pensé muchas veces, en terminar antes de seguir con ese desgaste emocional, pero si me preguntan, yo no quiero rendirme porque pesan más para mí todas las cosas positivas. Desde su punto de vista profesional, en caso así en que relaciones terminan no por falta de amor, si no por agotamiento emocional por tanto mal entendido, es recomendable intentar una reconciliación o es mejor terminar definitivamente?
Gracias por su respuesta.


Todo vale por amor... pero para sostenerlo se requiere un acuerdo elemental, y es que los dos estén en la misma disposición. El reto de crecer en el amor se juega en el ejercicio de superar las adversidades y limar las asperezas.

En el terreno de las asperezas, tenemos que darnos cuenta que surgen en función de la dificultad de manejar nuestra subjetividad y, más aún, de comprender, de poder ponerse en los zapatos del otro, a trasmano del sentimiento de que tenemos que someternos a él.

Cierto es que no siempre entender-comprender significa aceptar. Es a partir de ello que podemos decidir si la relación es viable o no. 

Por ejemplo, podremos darnos cuenta que las reacciones del otro surgen de su inseguridad y/o de su necesidad de control, o del hecho de "estar por encima", en una posición de poder, porque teme depender… 

Nuestra reacción, quizás, pueda ser diferente y no confrontativa. Esto puede hacer la comunicación más viable, menos amenazante. Pero, también, puede ser que entendamos que en el otro hay demasiada angustia hacia el compromiso y cualquier argumento le resultará útil para esgrimir razones para poner distancia. 

En algunos casos, nos daremos cuenta de las ambivalencias del otro o de uno mismo. Éstas suelen surgir desde la manera en que se aprendió a funcionar en la vida, a partir de las relaciones que tuvimos en la infancia con nuestros padres. Es posible que nos demos cuenta que estamos repitiendo una pauta y que puede ser oportuno orientarnos hacia alguna otra forma que delimite una mejor alternativa, deseable y equilibrada.

¡Toda una tarea! Pues bien, éso es lo que uno tiene que tramitar en la vida para ingresar en la senda del amor maduro. Si no es así, la condena es la de seguir repitiendo pautas de fricción o sometiéndonos al otro, sin posibilidades de plenitud y confianza. Es difícil, pero no imposible. 

Si no le es posible hacerlo, si esto se viene repitiendo en sus relaciones de pareja, quizás lo mejor sea buscarse un espacio en compañía con un psicoterapeuta psicoanalítico que le ayude a conocer las claves de su inteligencia emocional.

Gracias por la consulta.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos Días Doctor ,
Me decidí escribir ya que no puedo más.

Tengo una relación de 10 años apróximamente , tengo una hijita de 1 año , cuando estuve embarazada exactamente a los 5 meses , descubrí que mi pareja me fue infiel con otra persona, vi fotos , mensajes , se quien fue la mujer porque hice de todo para ubicarla y saber quien era , hecho que me duele hasta el día de hoy , no tuve las fuerzas para terminar con esa relación , solo pensaba en mi hija y en la familia que ya había pensado para ella , influyo todo pensaba en mis padres , en mi familia , me dolió tanto que hasta ahora lloro por lo sucedido , el en un principio se mostró arrepentido y decidimos continuar pero nada ha sido igual , nos llevamos bien pero yo me siento tan insegura , me duele tanto , ahora el esta distinto conmigo , frío , yo no lo soporto , solo reniego con él , a veces siento que me quiero separar , pero el hecho de pensar que mi hija crecerá lejos de su padre , me detiene , yo vengo de padres divorciados y no quiero que mi hija sufra como lo hice yo . Él es una persona buena pero cuando se trata de mi es muy duro , es muy cuidadoso con la bb , al punto de estresarme , a veces pienso que ya no me quiere , cada vez que tenemos una problema no me habla por las de una semana , y me duele mucho.

Realmente no se si lo sigo amando o sigo con él por mi hija .