Buenos Días Doctor,
Estoy en medio de un conflicto familiar, por un lado mi
esposo por otro mi familia. Resulta que la casa donde vivimos yo se la compre a
mi papa, bueno está casa estuvo habitada por mi hermano, mi padre me pidió de la
prestara por un año sin ningún tipo de renta yo accedí, posteriormente me
pagaba una renta simbólica cada que podía pues no era mensual, para cuando yo
me iba a casar le pedí la casa y me la entrego sólo 15 días antes de casarme mi
esposo se enojó mucho, posteriormente no nos fuimos ahí pues ocupaba arreglos,
mientras se hacían estos arreglos mi hermano quería seguir usando la cochera,
mi esposo no estaba de acuerdo y mi hermano me veía como mala por pedirle las
llaves. Pasó el tiempo un hermano fue a pedirme dinero prestado mi esposo se
molesto y de dijo a mi mama que le dijera a sus hijos que no me pudieran nada,
que nosotros teníamos nuestros compromisos mi madre se molesto y lo tomo a mal.
Ahora mi maridó le regalo unos tenis a mi sobrino, que mi hermano menor le
pidió que le vendiera, al enterarse mi esposo de que mi hermano tenía los tenis
se molesto y se los pidió a mi hermano, total que terminaron en golpes, mi mama
se molesto mucho y corrió a mi esposo, le dijo mantenido. A final de cuentas mi
esposo me pide que ya no le hable a mi familia y esto es lo que me tiene mal,yo
respeto que el no quiera tener contacto con mi familia pero no me parece que yo
deba de perder contacto con mi familia, dame un consejo por favor yo no se sí
yo estoy mal. Yo le digo que hay que tratar de remediar la situación y el no
quiere, o le dejo de hablar a mi familia o el se molesta conmigo.
Gracias por leerme. Saludos!
Estimada amiga, me parece todo tan
enredado… tan contaminado por la presencia de la familia…. Creo que se requiere
mucha madurez para resolver las cosas.
Necesitan ustedes su propio espacio para
desarrollar la pareja, con orden, tranquilidad, respeto.
Por lo descrito, la familia tiende a
involucrarse de una manera u otra y es mejor tomar una distancia. Creo que, pasado un tiempo y aligerados los temperamentos, la relación volverá a la
normalidad (aunque tiene que haber una “nueva” normalidad).
Eso sí, nada que tenga sabor a
imposición o sometimiento es bueno. Lo
que está ocurriendo es una reacción y se puede entender, pero no se puede
imponer. Es necesario un arreglo
negociado, transitorio, “hasta que las aguas se calmen".
Sugiero que maneje las cosas con
sabiduría y no intente hacerlo con apresuramiento o bajo presión.
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