viernes

2009/08/05 Falta de concentración

Doctor,

Tengo 22 años, estaba buscando en internet algo que me ayudara a entender mi problema de concentración y cómo poder solucionarlo, y me encontré con una consulta de un joven llamado Jorge (en este blog) que tiene un caso similar al mío, pero quisiera que me de su opinión sobre mí. En base a lo que ya leí de la consulta anterior también iré dándole algunas guías para aclarar aun más mi caso.

Estudio en 2 diferentes universidades y la verdad es que no logro concentrarme en mis estudios, me distraigo muy fácilmente, voy de pensamiento en pensamiento. Además, no puedo estar sin hacer nada, tengo que estar haciendo algo, yendo de un lado a otro y si no estoy haciendo nada mi mente va a mil por hora pensando y pensando.

No me acuerdo exactamente desde cuando, pero estoy seguro que a los 14 años ya no lograba concentrarme.

Sobre las carreras, bueno ahí tenemos un problema, porque si por mi fuera yo estudiaría casi todas las carreras que existen, cada una de ellas se me hace interesante.

Debido a este problema de concentración, a veces pienso que leer no es lo mío, que me aburre. Pero la verdad es que lo intento, me pongo a leer, pero dentro de pocos segundos es como si ya no retuviera nada (como si en realidad no estuviera leyendo) y simplemente dejo el libro. Si describiera lo que siento sería como si mi cabeza fuera más pesada en esos momentos (como si me incomodara, pero no me refiero a sentir dolor) y simplemente me pongo a pensar en algo distinto y eso me hace sentir más cómodo.

¿Qué es lo que piensa que tengo en verdad y que debería hacer?


Estimado amigo,

En este terreno, el de los trastornos de la concentración, confluyen de manera frecuente dos orígenes.

Uno, es una suerte de “falla de origen”, que en los últimos años pareciera haberse incrementado o, en su defecto, que sea un diagnóstico del que se pueda estar abusando. El problema de “déficit primario de atención” requiere un diagnóstico más concienzudo, más específico. Existe un test computarizado (TOVA) que manejan algunos neurólogos y psiquiatras para diagnosticarlo. Otra manera de tipificarlo es a través de pruebas neurocognitivas, aplicadas por los mismos profesionales mencionados y psicólogos especializados.

No te desconcentres, sigue leyendo… Bueno, la otra causa, más frecuente a mi entender, proviene de un trastorno de ansiedad que ha enraizado en la estructura de la persona y lo presiona constantemente a hacer cosas como una manera de no caer en la angustia. Se configura, así, una suerte de “tener que estar haciendo algo todo el tiempo”, cosa que ocurre con los “Workaholics” (adictos al trabajo), quienes no toleran parar, ya que inmediatamente se aburren, no pueden estar relajados.

Una interpretación poco recorrida, que no se opone a los planteamientos anteriores, puede ser que tu organización del aprendizaje no esté especialmente favorecida por la memorización sino por el estímulo selectivo y hasta sensorial de lo que recoges en las lecturas, como que hubiera un predominio de aprendizaje por vía de la experiencia. Si es así, suele ser que luego descubras que has aprendido cosas “sin saber cómo”, que luego aparecen como creadas por ti mismo.  Algo parecido a esto último me ha ocurrido a lo largo de mi experiencia como estudiante. Algo menciono al respecto en mi artículo “¿Intimar o Intimidar en la Docencia? Algunas Anécdotas Personales”, (http://pedromoralespaiva.blogspot.com/2008/09/intimar-o-intimidar-en-la-docencia.html)   Dale una mirada.

De hecho, por lo que me cuentas de ti, existe una tendencia a la dispersión y al descontrol, lo que sugiere que sería conveniente establecer prioridades, profundizar en un tema a la vez. Si no lo haces, corres el riesgo de agotarte. Administra bien tus energías, regula tu velocidad. Dedícale un poco de tiempo a relajarte, no te olvides del cuerpo, de respirar, de gozar elementalmente de la vida. Es posible que necesites un espacio para un mejor conocimiento de ti mismo, una psicoterapia psicoanalítica te vendría bien.

En cualquier caso, conviene que cuentes con un diagnóstico de base para, a partir de éste, tomar las medidas que haya que tomar (el déficit de atención primario se controla bastante bien con psicofármacos).

Me gustaría que me cuentes como te fue. Suerte.


No hay comentarios: