viernes

2014/07/08 “Para mentir y comer pescado… hay que tener mucho cuidado…”


  Hola, desde hace un año mi pareja, una vez al mes aproximadamente, llega más arde del trabajo, avisándome con poco tiempo, argumentando que se encontró a tal o cual amigo (nombres que ni me suenan)
Hemos tenido bastantes riñas debido a ello y donde el sólo argumenta que desconfío demasiado en él. Tomé la decisión en no pedir más explicaciones de donde iba o no y deje pasar la cosa sin más (aunque mis sospechas siempre han estado ahí)
En su última salida (hace cuestión de 2 meses) repitió el mismo ritual (dos horas antes de salir de trabajar avisa que va a quedar con un amigo que se encontró que hacia mucho que no veía), yo me fui calentando y cuando llegó le dije abiertamente que sabia que me había engañado, el acorralado me confesó que me había mentido que había quedado con una amiga pero era para que no me enfadara pero que no me pensara nada raro. Yo me enfade bastante pues el tiene otras amigas que queda con ellas y yo no le digo nada, por lo que no entendí aquel engaño. Decidí dejar pasar el tiempo a ver como el actuaba y además averiguar si las anteriores veces también me había engañado.
Después de revisar su móvil (cosa de la cual no me siento orgullosa, pues lo hice a la desesperada) descubrí que no existen tales amigos o,al menos, sus números no los tiene, con lo que yo me planteo ¿Cómo quedas con personas que no tienes su número de teléfono?
La cuestión es que ahora quiero sentarme a hablar con el, para que me explique el porque de esas mentiras. Pero, si le pregunto de forma directa y aludiendo a las pruebas encontradas en su móvil, el se enfadará muchísimo y la conversación la basará como siempre en mi desconfianza y dirá que no quiere estar conmigo por desconfiada. Así que no se como plantearle la situación.

Es cierto que desde que ocurrió aquello no ha vuelto a salir, se ha volcado mas en la relación y todo es perfecto, pero no dejo de dar vueltas a la cabeza de porque me ha engañado y si detrás de estas mentiras hay una infidelidad.

Muchas gracias


¡Qué bueno que se dé tiempo para escuchar opiniones respecto a lo que ocurre (le ocurre y… ocurre)! No todo se debe a la imaginación o desconfianza. Usted ha comprobado que se ha recurrido al engaño… y tiene razón de desconfiar, el asunto es cuánto. ¿Lo podrá superar...? ¿mueve viejas inseguridades?

Quizás hay varios temas a tratar. Uno de ellos es que parece tener temor a las reacciones de él. Quizás tiene temor de perderle…  Es probable, también, que esté muy enojada y con ganas de agredirlo de alguna manera, acorralarlo en su mentira.

No puedo decir cuál sea la conducta más conveniente a la hora de dialogar pero, en principio, puedo asegurar que lo primero que hay que hacer es perder el miedo. De repente, no es lo más aconsejable hacer de detective y armar un juego de argumentos, ataques y defensas, pruebas y demás… No va a resolver nada; quizás precipite hacia el alza las tensiones y malos humores.

Dejo los escenarios posibles para proponerle evaluar si su pareja es alguien a quien valora realmente, si es una buena persona con la que no ha agotado el deseo de compartir la vida.  Si es así, hágale saber que se ha sentido inundada por su comportamiento dudoso y que no está dispuesta a pasar por esto a futuro; que, quizás, es un llamado a renovar cercanías y buenos momentos… 

Háganse espacio, sin obsesionarse en ello. Rescate sus mejores afectos y atenciones mientras va construyendo la seguridad en sí misma y el sentimiento de que nadie puede ocupar ese lugar. Ojo, no se trata de someterse a él, insisto, no se trata de hacerlo por temor; se trata de rescatar el motivo por el cual están juntos, mientras deja en claro que está dispuesta incluso a cortar la relación si esto se repite (el engaño). Saque lo mejor de sí (no lo peor) y, desde allí, las cosas irán mejor.

Suerte.


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