Estimado Dr. Morales, mi pareja y yo
tenemos 23 años, llevamos 4 años como enamorados, al inicio todo era color de
rosa, estaba encantada con él, tanto así que en sus vacaciones aceptaba a que
se venga a vivir conmigo al dpto,pero sus mentiras, su familia llena de
prejuicios y bastante cucufata que se mete en nuestra relación, sus falsas
promesas, su trabajo al que le dedica mucho tiempo,sus celos han ido cambiando
todas las esperanzas de tener algo más sólido con él; en estos años de relación
he terminado y regresado con él más de 10 veces, en una de esas nos separamos
como medio año y salí con otro chico como para rehacer mi vida pero fue en
vano, y desde entonces hasta ahora seguimos juntos de nuevo, pensé que las
cosas iban a ser como antes o tal vez mejor, pero me he dado cuenta que al más
mínimo descuido que tiene conmigo yo reniego, no controlo mis emociones, le
grito, lo insulto, no le quiero hablar, apago el celular... cosa que no me pasa
con mis amistades
Estimada amiga:
La experiencia de enamoramiento es una de las
grandes pruebas que necesitamos pasar para evaluar la consistencia de nuestro
desarrollo, en particular en relación a lo que atañe a relacionarnos con otros
y a tener sentimientos de afecto y dependencia saludables. Tiene que ver con el reconocimiento equilibrado de lo que son los valores y méritos reales (los de uno mismo y los del otro), reconociendo con qué
podemos contar y con qué no. Surge la posibilidad de darnos cuenta de cuan tolerantes
o no podemos ser. En ese sentido, a veces queremos que todo esté bajo nuestro
control, que las cosas sean como queremos que sean y no como son en realidad. Otras veces, surgen en estos momentos actitudes que nos muestran que estamos más a la
defensiva, como si el otro fuera alguien de quien tenemos que cuidarnos,… y
reaccionamos mal sin mostrar gestos de apertura a lo que el otro propone o
nos comunica.
Ver que algo no encaja en lo normal, que no estamos
satisfechos, más aún si la cercanía emocional nos desestabiliza y saca cosas
poco gratas de nosotros mismos, es motivo como para preguntarnos si estamos
preparados para la experiencia del amor o, más aún, para mantener una relación de
pareja con perspectivas estables.
Estás joven y necesitas explorar más el mundo; eso
da experiencia y eventualmente nos lleva a madurar. Pero, si lo mismo se repite en otras
relaciones, si tendemos a descalificar y o a pelear con demasiada frecuencia,
mejor es consultar más extensamente con un terapeuta. De hecho, las cosas, tal como
están con tu novio actual, van a seguir así, entre peleas y
reconciliaciones… mientras no cambie ese "algo" que, en tu caso, provenga de una
mejor comprensión de ti misma y de cómo se movilizan tus emociones.
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