viernes

2010/10/12 Dejando de ser "el patito feo"

Estimado Doctor, escribir y describir lo que sufro me cuesta mucho. Déme por favor pista para dar un paso y salir de esto. Desde que yo recuerdo he tenido siempre miedos, lloraba desconsoladamente cuando mi madre se ausentaba, y pasaba horas mirando por la ventana a que ella llegara. Siempre he sido una persona muy tímida, de poca iniciativa, mis hermanos aunque todos ellos son buenos y los adoro, a veces se reían mis torpezas. Por alguna razón que no lo sé, hasta pasado los veintes años me orinaba en la cama. Es muy vergonzoso lo que le digo, era cada noche, y cada día lavar mis ropas y cama. Me da mucha pena contar esto :( . Yo creo que mi madre nunca pudo ayudarme a superar ese problema, ella es muy simplista y acepta las cosas como son. Otra cosa que me angustia y me pone triste es que nunca pude tener relaciones sexuales, tengo miedo, algo me bloquea. Viví con mi pareja muchos años, pero no pasamos de tocarnos, no logramos tener una verdadera relación y mi deseo tan grande de ser madre se frustró. Hoy a mis 40 años, pienso que eso ya no es posible, me he dedicado a ayudar a la gente que me necesite y hago lo que puedo para hacerlo. Eso me da mucha alegría y sentido en mi vida. Me dicen que debería pensar en mi, que debo pensar en mi salud, en mi dentadura, mi apariencia física, eso me pone mal y me enojo porque eso es superficial, porque yo encuentro que lo que hago ahora es una forma de ver por mi, me da satisfacción y me llena. Gracias mil por esta ventanita de ayuda, que Dios lo bendiga. María


Mi querida María,

Gracias por sus palabras finales.

Me parece que lo que dice, respecto a ayudar a los demás, tiene sentido. Siempre es bueno tener una actividad que nos dé satisfacción, que nos haga sentir bien.  Ayudar a los demás es uno de los sentimientos más elevados de nuestra condición humana.

Sin embargo, mi querida María, también, es una misión en la vida el cuidarnos a nosotros mismos; en todo sentido: salud, alimentación, emparejamiento, relaciones sexuales y, en algo que no siempre se tiene en cuenta, en la búsqueda del equilibrio emocional. Cuenta usted que ha sido una persona muy tímida desde la niñez, llegando al punto de tener una serie de síntomas, entre los que resalta ese bloqueo tan marcado a la hora de tener relaciones sexuales. ¿Nunca pidió ayuda?  En los últimos 20 años, he visto crecer las posibilidades de tratar la ansiedad de manera a veces milagrosa. ¿Por qué no prueba un tratamiento con un buen psiquiatra?

Por otro lado, la imagen que tiene de usted misma tiene que tener alguna oportunidad de procesarse; trate de cambiar esa idea de sí misma como de una persona de menor valor. Puede ser que tenga una cantidad de experiencia traumáticas de toda la vida, pero, créame, siempre se puede empezar una vida nueva y cambiar nuestra visión de nosotros mismos.

Si puede ayudar a otros, es que también puede ayudarse a sí misma. Esfuércese en ello. Es como que ya empezó con los otros, ahora le toca el turno a usted.  No se trata de dejar de ayudar a los demás; se trata de aplicar en usted la misma fórmula.

Pareciera que tuviera que superar un enojo con usted misma. Aprecie lo buena persona que es, aprenda a conocerse. Recuerde la historia del patito feo que, por no saber bien quién era, no lograba contactar con su hermosura.

Un fuerte abrazo.

Le deseo suerte… Cuénteme en 6 meses cómo le fue.

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