viernes

2010/04/30 Quien mucho se despide…

Buenos dias doctor, mi consulta es que no sè como hacer para decirle a mis padres que quiero vivir sola, quiero vivir independientemente desde hace mucho tiempo pero he ido postergandolo porque aparecia algun motivo, por ejemplo que alguno de mis padres se enfermaba y me ponìa a pensar que me necesitaban, ellos son mayores de los 70 años pero estan muy bien conservados, digamos que econòmicamente pueden vivir por sì mismos ya que mi papà recibe un sueldo de jubilaciòn, que para ellos dos les alcanzarìa moderadamente, ademàs todas las hermanas que somos cuatro les apoyamos dentro de nuestras posibilidades para que de cuando en cuando tomen un paseo y siempre estamos pendientes de ellos. Ellos tienen su forma de ser muy preocupados, no creo que todos los adultos mayores sean asì de todos modos ellos siempre han sido desde que tengo uso de razòn, yo fuì asì pero me di cuenta que eso me hacìa daño y no solucionaba nada con esa actitud, he asistido a numerosas charlas, conferencias, he leido muchos libros de autoayuda, he ido a la psicòloga o sea me he informado por todos lados buscando una respuesta y la encontrè, ahora sè que debo vivir mi vida de acuerdo a lo que yo crea que me haga sentir bien y no para complacer a los demàs, asì sea quien sea. Mis demàs hermanas son muy apegadas a mis padres, y màs parecen niñas grandotas, economicamente son independientes pero su mundo gira en torno a su trabajo, y a la casa, no tienen amigos solo amigas y muy pocas, casi no converso con ellas porque se aterrorizarìan de lo que pienso, por ejemplo quiero saltar en parapente, seguro que si se los digo, empezarìan a criticar a decirme que estoy loca, que no pienso en las consecuencias o sea todo un rollo de personas aburridas y que me da la sensaciòn de que viven en un burbuja del que cren que no deben ni pueden salir. Yo durante mi vida he hecho muchas cosas que ellos no saben ni se los pienso contar nunca, he tenido algunas parejas aunque sea fui feliz por poquito tiempo pero sentì esa emociòn, que nadie puede saberlo solo si se lo cuentan, tambièn me dejaron sufrì mucho llorè hasta los huesos pero aprendì, me fortalecì, si les cuento eso a mis hermanas y mamà seguro que dirìan que como puedo haber llorado por un hombre sì no valen la pena, es lo que siempre hablan. Sinceramente estoy hastiada de sus conversaciones, de su inercia, yo he aprendido que solo actuando puedo conseguir algo y si me equivoco pues me queda la lecciòn, creo que toda experiencia sirve, y he borrado de mi vocabulario la palabra fracaso porque sè que no es eso sino un paso màs en mi camino de aprender en la vida, mi forma de ver la vida es muy distinta a la de mi familia, en sus conversaciones les he escuchado decir que cuando alguien quier vivir solo es porque quiere hacer su vida, y me pregunto què de malo hay en eso?, pero interpreto que lo dicen en el sentido de vivir una vida libertina. Yo soy una mujer bien centrada, tengo metas en la vida, dentro de ellos quiero casarme, tambièn quiero tener amigos, los tengo pero pocos porque estando en casa de mis padres tengo que guardar ciertas formas como no llegar muy tarde porque se "preocupan", mejor dicho se molestan, y otras cosas por el estilo. Quiero salir de mi casa en buenos tèrminos, y claro que estarè siempre llamàndolos y visitàndolos y apoyàndolos econòmicamente, pero yo vivir sola mientras encuentre a alguien para formar una familia. Gracias por la respuesta que me vaya a dar

¡Pero si ya ha hecho usted todos los previos…! Lo que la detiene se parece a aquello que es la especialidad de la casa: “la preocupación”, que es una modalidad de relacionarse sin que se produzca una verdadera relación. Es una forma de aferrarse con cualquier justificación. Es evidente que su estructura familiar tiene una tremenda fuerza centrípeta (hacia adentro). Siendo así, no es fácil salir. Reproducen un apego tal que la fantasía resultante es que usted parece convencida de que les va a pasar algo a los demás por culpa suya.

El mayor problema es que aún teme usted lo que le pueda pasar a usted misma. En estos casos, aunque parezca mentira, funciona aquello de “más vale malo conocido…” Entonces, se queda.

Creo que necesita hacer un duelo.   Irse del lado de los padres, de la casa familiar, de todas maneras representa una pérdida y nos duele desprendernos. Nos da pena, por lo que fue y por lo que no fue. No se olvide que existen situaciones objetivas en las que esto ocurre. Es lo que se llama “síndrome de Estocolmo”, lo que le pasa al preso cuando sale en libertad y luego extraña la cárcel…

Mi abuelita solía decir: “quien mucho se despide, es que no se quiere ir…” Pudiera ser su caso. Anímese, felizmente ha desarrollado recursos y ya tiene un pie afuera. Dése un plazo. Si en ese tiempo, pase lo que pase, no se ha ido, consulte a un terapeuta para que la ayude a comprender lo que está sucediendo. Suerte

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