Hola Doctor, mi pregunta es saber si es cierto q cuando
uno siente mucha culpa, es por q tiene mucho dolor emocional??
Estimado amigo:
La culpa puede ser expresión de muchas cosas. En su nivel más saludable, es el motor de lo
que llamamos “reparación”. En ese
sentido, es la toma de conciencia de haber cometido una falta o un error que ha
causado daño a otro o a uno mismo, lo que suele ir acompañado de distintos
grados de dolor. Pero, lo importante es que moviliza el acto reparativo y
facilita la corrección del error o de la falla en la conducta que ha movilizado
la molestia en el otro.
Repito, éste es el nivel más saludable. La consecuencia
del manejo de la culpa, de esta manera, puede ser la obtención del perdón, de
la absolución, de parte del otro afectado, o la corrección de aquello que nos
puede estar afectando a nosotros mismos.
Cuando hay culpa sin dolor, es probable que no haya
profundidad en la toma de conciencia y que el manejo de la misma nos lleve al
facilismo de la disculpa momentánea, lo que casi siempre nos lleva a incurrir
nuevamente en la falta o en el error, ya que el dolor de la culpa, lo dijimos
anteriormente, moviliza la corrección de la falta.
Otros casos hay en que la culpa aparece como difusa,
desproporcionada, distante de una causa que explique suficientemente su
intensidad. Esta suele ser producto del
desarrollo en un entorno disfuncional, en el que el reproche o la condena han
sido más bien una descarga agresiva de parte de los demás hacia uno. En estos casos, uno es “condenado o condenado”
y, peor aún, sin posibilidades de llevar a cabo actos reparativos.
Se producen, así, dos resultantes posibles: uno se hace a la dinámica, se “adapta”,
mostrándose siempre culposo, temeroso a la desaprobación, con el sentimiento de
estar cometiendo errores; o, se puede optar por negar cualquier
motivo de culpa y entrar en una confrontación reactiva, defensiva, lo que
deriva en conductas irresponsables o, más bien, provocadoras.
La culpa más penosa es aquella que surge cuando el dolor
que la acompaña es producto de un sentimiento de origen muy temprano, cuando el
infante está esperando una respuesta afectiva y ésta no llega. Entonces, el niño siente que el vacío de la respuesta
afectiva, esperada por él, es motivado por algo que él hizo o dejó de hacer.
Mire, me ha hecho usted pensar mucho sobre la culpa. Ojalá logre trasmitirle, como mínimo, que su
consulta me ha resultado estimulante y que es bueno preguntarse sobre estas
cosas hasta rescatar el sentido de lo positivo del dolor y de la culpa porque
siempre nos remitirán a algo pendiente de resolver.
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