viernes

2013/09/24 La ilusión ilusa y la ilusión realista

Buenas tardes Dr. Morales
Tengo un problema y no se que decision tomar ya anteriormente le e escrito mas o menos dos años atraz.Mi matrimonio no funciono mi aun esposo se fue con otra mujer ya a la fecha tienen un bebe,mi situacion actual con el es de mi parte la mas cordial por el tema de nuestros hijos no quiero que se aleje de ellos pero cada vez se aleja ya no los llama como antes ni los ve seguido;Con su familia me llevo muy bien no han aceptado a esta mujer en su casa han puesto las cosas bien en claro con el,yo frecuento mucho a sus padres por que mis hijos los quieren un monton,Yo guardaba la esperanza de que algun dia se dieran denuevo las cosas entre nosotros que el recapacitara y nuestra familia se vuelva a unir,pero el siempre muestra rechazo hacia mi, no porque yo me insinue hacia el, todo lo contrario me mantengo al margen y cuando coincidimos en su casa hablamos tranquilamente,pero el se molesta no me lo demuestra a mi,pero si a su familia en otras palabras me rechaza hasta pienso que me odia , el evita conversar y cuando lo hacemos es como si lo incaran y se aleja bruscamente,eso me deja desconsertada.Hace unos dias me pidio el divorcio y fue como una estocada para mi,pense que ya estaba un poco fuerte,pero eso me tumbo.Este es mi dilema. aun me aferro a tener mi familia completa no me cabe pensar que mis hijos me vean con otro hombre o que otra persona se acerque a ellos es muy doloroso para mi entiendame,pero entonces con lo del divorcio ellos ganan, esa mujer gana ella que destruyo mi hogar usted tiene una frase deje ir para que vuelva? que hacer me alejo de todos ellos de su familia de el? para cortar por lo sano




Estimada amiga: 

Sí, han pasado dos años y usted aún no ha registrado que “su esposo” realmente dejó de serlo, más allá del formato legal, que él ya tiene incluso una hija con la mujer que ha elegido como compañera, que no es un capricho pasajero… Algo pasa con su manejo de la realidad, hay una parte de usted que se niega a verla tal cual es (a la realidad).

Es doloroso cuando nos enfrentamos a lo irreversible pero, la verdad, es más doloroso cuando nos la pasamos sosteniendo una ilusión que no va. El dolor se incrementa con el esfuerzo por negar las cosas, en medio de lo cual uno se niega a sí mismo. Se está quedando usted estancada en el tiempo y no da lugar a que su vida continúe por otros cauces. Créame, ese aferramiento ya no es amor.

Por otro lado, tenga presente que si él optó por irse, atribuirlo a que fue por aquella otra, es una forma de restarle el peso de la responsabilidad a él mismo y a lo que hubiera pasado hasta entonces entre ustedes.

El tiempo ha pasado y lo más probable es que sus hijos ya se hayan adaptado a la nueva situación… La que se ha quedado es usted.  Examine por qué. Aún puede hacer de la adversidad algo más creativo, encontrar opciones menos lesivas para su autoestima y para su visión del futuro.  Vaya a una terapia, no desperdicie su vida y no caiga en las trampas de la negación de la realidad. Lo iluso de todo esto es que no contribuye a otra cosa que no sea frustración, desaliento y esterilidad.

La ilusión tiene que tener bases de realidad, de cosa posible y accesible. Creo, por ejemplo, que es posible que se dé usted la oportunidad de rehacer su vida. No se trata de cortar relaciones o zanjar distancias. De lo que se trata es de cambiar el entendimiento de las cosas, de modificar las razones por las que hace lo que hace. Ya no puede seguir con la motivación de que todo esto es para que él vuelva.

Apostemos a este tipo de ilusión, va a ver lo lejos que se puede llegar y cómo sus hijos se fortalecen de la solidez de la transparencia de sus decisiones.


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