viernes

2012/02/15 Amante en conflicto

Dígame ¿cómo se lucha para permanecer fuerte ante la separación de alguien a quien se ama intensamente, a quien se ha perdonado innumeravles veces y a quien se ha concentido de forma grotesca. Yo me convertí en el paño de lágrimas de un gran amor, que me ve creo yo como eso nada mas, pero nos gusta mucho el sexo, lo disfrutamos, pero yo ya no quiero nada, porque el no quiere dejar a su pareja. Estoy como cansada de esto, aburrida de esperarlo vestida muchos días sin que llegue, me siento la otra , papel que me gustava cuando empesé esto hace 3 años, pero ahora mismo me ha consumido, acabado y entriztecido la vida. Me siento fea y sola, no se como decirle que no, ayer me pelee con el hasta los insultos, pero me siento mal, es como si quisiera dejarlo ir, pero no puedo porque algo me jala. ¿cómo arreglo esto que me está destrozando la vida? Gracias

Como usted bien precisa, su relación parte de un acuerdo de amantazgo. Es privilegio de los amantes el poder compartir espacios libres de la presión de la convivencia, encontrarse para la pasión y el sexo sin comprometer la libertad de cada quien. Puede ocurrir que personas sean amantes sin que exista otro compromiso paralelo, como un matrimonio. Pero, cuando existe matrimonio en uno (o en dos de los participantes) hay la posibilidad de que algo del placer transcurra, además, en el hecho de sentirse la preferida respecto a “la otra”. Cuando este placer adicional tiene lugar, existe un precario equilibrio que hace que, alguna vez, la situación se revierta y la que era la preferida termine sintiéndose ahora la excluida. Suele ser que esta situación se repita con otros vínculos. Si es así, creo que es momento de revisar por qué uno se involucra en situaciones de este tipo.

Si el amantazgo transcurre sin la necesidad de contar con un tercero excluido, es posible que en algún momento las expectativas de vínculo migren hacia un deseo de mayor compromiso. Si el otro no acepta, es momento de aceptar que el juego terminó y que, con la pena que corresponde, hay que retomar el curso de nuestras vidas. Si el saldo es el sentir que nuestra autoestima está muy afectada (me siento fea, por ejemplo) es cuestión de trabajar un poco en nuestra autoestima, porque es quizás esa situación (nuestro poco aprecio por nosotros mismos) lo que nos lleva a necesitar esos juegos de sentirnos preferidos o reiterar el quedar en el lugar del excluido.

Espero que tome muy en cuenta lo que le menciono. Lo que pasó ya fue. Tome su decisión y póngase bonita; quiérase un poco y no deje que la maltraten o engañen. Peor aún, no se siga engañando a sí misma. La vida siempre nos tiene guardadas sorpresas agradables si nos ponemos en disposición y corregimos errores.

Suerte

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