2018 05 18 "Like" o no "Like"

Conocí por Tinder a fines de 2016 a un chico, empezamos a hablar todos los días. Yo estaba sin trabajo, recién graduada, y tenía mucho tiempo libre. Desde que se levantaba para ir a trabajar hasta que se iba a dormir hablábamos, sabíamos qué hacía el otro, etc. A la semana nos vimos por primera vez, no pasó nada, al principio pensé que no le había gustado, pero me agregó a Facebook y seguimos hablando normalmente, con intenciones de volvernos a ver. Empezamos a hablar de cosas más profundas, etc. A este punto yo empecé a pensar que no era la típica relación ocasional que he tenido antes sin involucrarme sentimentalmente, y me dejé llevar, me ilusioné como no me pasaba hacía unos diez años (tenía 28 recién cumplidos). Volvimos a salir, la pasamos muy bien y fuimos a un hotel. Sentí que conectábamos, fue la mejor que tuve en cuanto a piel y plenitud, sin necesidad de tantos recursos. Se empezó a comportar raro, en un momento me miró y dijo la famosa "me estoy enganchando, y no sé si quiero". A él le habían sido infiel en dos relaciones en menos de un año. Estaba planeando un viaje y en medio de todo eso aparecí yo. La verdad, que la estaba pasando bien y no quería ir demasiado rápido para no arruinar nada, le dije que lo había conocido por Tinder y que por eso no prentendía que necesariamente tuviéramos que ir en serio ahora, sino que íbamos viendo. Lo volví a ver una vez más, fuimos a tomar algo y la pasamos genial pero noté, cuando volvíamos, que estaba distinto. A partir de ahí, por dos meses seguimos hablando de todo, pero evitaba verme. No le quise hacer un planteo por whatsapp y decidí esperar a que volviera de viaje a ver qué pasaba. Esa incertidumbre fue tremenda, me tenía perturbada. Me calmé cuando ya no me escribió más y además conseguí trabajo, pero lo seguí queriendo e intentando entender. Que si fue un chico golpeado, que si tiene un origen humilde y trata todo el tiempo de aparentar, que si sus ex parejas lastimaron, etc. Un día, después de más de un mes de no hablar, esperando que me escriba después de volver de viaje, le escribí que me parecía que lo nuestro no había sido una relación de una noche, sino que nos estábamos conociendo sin prisa, y que creía si no quería seguir ameritaba algo más que desaparecer. Me contestó bastante distante, pero me pidió perdón, me dijo que si yo tenía algo que decirle que se lo hubiera dicho en su momento y no esperar a que el apareciera (le expliqué que creía que no valía la pena y seguí con mi vida pero pasó el tiempo y no soporté callar) y que venía de un año horrible donde quería estar lejos de todo y de todos, sobre todo del trabajo (al poco tiempo renunció y consiguió algo mejor). Que me vendría bien viajar para tomarme las cosas de otra forma. Yo viajo, me encanta, pero creo que en ese contexto no fue bueno que me diga eso si fue el quien me lastimó. Hasta ahí me ponía me gusta en mis fotos al menos, pero al parecer se enojó y no lo hizo más. Yo salí con otras personas, y fui tan relajada como he sido siempre con excepción de él. Sé qué el también conoció gente, aunque no tengo certezas ni me parece relevante, pero intuyo que fue así, ya que pasó casi un año. Hace un tiempo, primero me dio like en algunas fotos, y luego, hace un mes aproximadamente, lo crucé dos veces, y no quise saludarlo ninguna de las dos. Miré para otro lado. La última fue directamente a la barra donde yo estaba y no lo quise mirar, y después vi cómo el amigo miraba para donde yo estaba y le comentaba algo. También, lo volví a ver en Tinder (los dos borramos la cuenta porque dejamos de usar la app y la rehicimos). Le di dislike hace unos meses, luego borré la cuenta porque salí establemente con una persona pero después de cruzarlo y no saludarlo, ya estando nuevamente sola, la sensación de tener algo pendiente me tienta a darle like con mi nueva cuenta, o hablarle de alguna manera. No sé qué hacer.

Estimada amiga:

Esta relación está destinada al fracaso. Tienes del otro lado una persona que teme depender, que tiene miedo al compromiso y no está a la altura de tus expectativas en ese sentido. 

El punto de quiebre anterior está claro: las personas se dan, se entregan hasta un punto que les es tolerable; más allá de eso temen desorganizarse o perderse personalmente, por lo que se aferran a un modelo “egoísta” (una defensa) y toman distancia. 

Conozco muchas personas que se pasan la vida como en un acordeón, se acercan y se separan y se vuelven a encontrar… ¡No caigas en eso!

Veo que eres capaz de poner límites y tomar distancias, pero, en este caso no has logrado cerrar el expediente… 

Más allá de lo que sientas, no es la pareja que te conviene… salvo para un “choque ocasional”, una relación fugaz, un encuentro momentáneo..

Reencontrarás en otra persona esa buena relación, placer, comunicación y lo bueno que hayas esperado de él.  Tendrás que aceptar que uno puede perder en el trámite de abrirse en una relación, pero que vale la pena perder el miedo a hacerlo, hasta encontrar a la persona adecuada. Hay que saber levantarse y seguir. Esto implica ir desarrollando la capacidad para perder, separarse y seguir viva… y para estar siempre bien dispuesta. 

Lo que eres capaz de sentir está en ti y es así porque eres tú… Tienes que aprender a cuidar y regular tus emociones, atisbar a tiempo hasta dónde es que el otro funciona… Y, si no va, no hay “like” que valga.