2018 02 28 Una vida de humillaciones

Tengo 59 años he vivido una relacion familiar muy mala sobre todo con mi mama somos 5 pero ella ha preferido a dos ella critica y hace mucho daño humilla vivia en otro pais me divorcie y parte de ese divorcio fue debido a la relacio asficiante de mi suegra y de mi madre volvi a mi tierra pero al mes me saco de su casa con tanta humillacion me dieron un trabajo un hermano pero al ultimo que pagaban era a mi y en unas condiciones bajas por cosas de la vida fui encarcelado por un gancho estuve 7 meses en la carcel pero la guerrilllame defendio y se convirtio en mi familia en esos 7 meses no recibi nada de parte de elllos y mucho menos de mi madre un dia envio un mensaje con el capellan de la carcel diciendo queno me ayuadaba porque mis hermanos no la dejan al salir la llame y solo recibi humillaciones y recriminaciones asi que decidi cortar esa relacion de raiz que consejo me da

Estimado, conmueve verlo tropezando una y otra vez con la misma piedra. Ha vivido esperando que lo quieran y encontrando justamente lo contrario.  El gran problema es que no logró desprenderse de la expectativa y siguió persistiendo en esa búsqueda tercamente; tanto así que construyó su vida sobre ese modelo.  Entonces, ahora, a sus 59 años, siente aún que alguien le ha fallado, que alguien tendría que haber comprendido sus desventurados anhelos.

Esta manera de posicionarse en la vida no le ha facilitado ver qué cosas hace o deja de hacer para que las cosas resulten como las cuenta. Encuentro en usted una suerte de ingenuidad... Lo veo como un chico grande que no aprendió las claves de la autorrealización… que no desarrolló su autoestima o que considera que solo con personas que lo "defienden" o "protegen" puede lograr establecer un buen vínculo.  Pero, probablemente, esto se da sin sustento conviccional (como con la guerrilla). Pareciera que usted se sigue sintiendo como el pobre al que hay que defender.

Pues bien, me parece que finalmente ha tomado usted una sabia decisión: cortar con estas personas y… ojalá también con su pasado.  

Ésta será una muestra de valor que tendrá que acompañar con un esfuerzo digno de usted.  Trate de trabajar sin sentirse humillado, de hacer otra cosa, de unirse a un grupo humano en donde se le respete y donde pueda dar lo mejor de sí.  

Deje de lamentarse por lo que no recibe de los demás.  Trate de encontrarse a sí mismo, de desarrollar sus potencialidades, hasta lograr la sensación de haber encontrado a otros y haberse encontrado a sí mismo en el trayecto.  Durante este proceso quizás encuentre lo motivador que le puede resultar dar a los demás (aliento, ayuda, afecto) antes que tan solo esperar que se lo den o lo defiendan.

La vida empieza a los 59. Procure que sea así. Bríndese la oportunidad…