Mi madre tiene un serio problema. Desde que tengo uso de razón, no
la he visto feliz nunca. Se puede definir como una bomba de relojería.
Cualquier cosa nimia desata su huracán: por ejemplo, mancharse. Todo lo toma
como un ataque y, sin importar con quién esté ni dónde, grita, insulta a mi
padre o a su madre (a mí no, porque la frené hace tiempo)o habla mal a
cualquiera sin tener en cuenta que, conoce de poco a la persona a quien se
dirige. Se trata de una situación insostenible, porque mi abuela, como madre
que es, la justifica siempre, mi padre se queja pero la soporta, y su hermano,
mi tío, no hace ni plantea nada al respecto. Por no hablar de por qué me fui de
casa con 18 años...
Yo tengo mi propio drama interior. A mis 30, si algo he aprendido,
es que tengo mi vida, que hace tiempo que construí en línea recta diferenciando
qué patrones son sanos y cuáles no, con lo que vivo felizmente casada y en
armonía con mi marido. No obstante, no me resigno a que algún día mi madre
encuentre la tranquilidad y cambie. Es lo único en mi vida que no me termina de
dejar avanzar.
Cada vez que hay reunión familiar, voy predispuesta a lo que
pasará (siempre la monta sin excepción: cumpleaños, mi propia boda, comunión,
cualquier reunión familiar informal). Quizás estoy asumiendo demasiada responsabilidad
al respecto, pero si nadie planta cara a esto, ¿la doy por perdida? Pensar esto
es muy triste..., sobre todo porque me duele igualmente el daño que hace a los
demás.
Cualquier consejo será bienvenido. Muchas gracias de antemano.
Estimada amiga, gracias por su consulta.
Parece que el ejemplo de
mamá no es el que le corresponde a ella… ella explota continuamente, en cualquier momento.
Es
probable que la bomba de tiempo sea usted… Pero tenemos tiempo para desactivar la
bomba. Felizmente, da la impresión, en su caso, que
está programada con plazos renovables. Es como si ahora, a sus 30, se
planteara el desactivarla…
En paralelo, menciona que hay un hilo que la ata a
la explosiva mamá:“lo único que no la deja avanzar”… Se trata de un nexo que no logra
superar, que le impide salir totalmente a la consolidación de una dinámica
propia, fuera de la que vivió.
Dése cuenta que mucho de lo que relata de las desventuras vividas
con mamá se contrarrestaron en algún momento con “una frenada”, al parecer
bastante efectiva. Fue una suerte de “yo no te lo voy a permitir” (como sí lo hacen la abuela o
papá), pero quizás con un alto contenido reactivo – emocional. Pero fue
efectivo.
Parece, también, haber sido efectivo en su vida para plantearse metas
y no permitirse tener fallas y lograr que todo esté en orden… Funciona, tal vez, a la
perfección, como un reloj (¡!¿?). O sea que… para mamá funcionó y para usted
también.
Démonos cuenta que las cosas funcionan como usted cuenta, en tanto
hay una dinámica familiar, si hay otros que lo permiten. En el mejor de los
casos, quizás sea porque comprenden que mamá sufre de un trastorno emocional… o
simplemente están involucrados en un sistema que funcionó así siempre y nadie
se ha planteado cambiarlo, por razones no tan saludables.
Muchos grupos familiares se organizan en base al “más vale malo
conocido” y repiten lo que podría ser una suerte de condena o destino que se
organizó en algún momento de nuestra evolución genealógica familiar. Pues usted ha dado un paso al costado de esa dinámica. El asunto es que no va a
poder cambiar la dinámica de la familia. Pero sí puede cambiar en lo personal, lo
puede lograr en sí misma y ser plenamente feliz a partir de hacerlo. Pero tiene
que aceptar que su mamá no va a cambiar si no es por decisión propia o, incluso,
si es que forma parte de esa dinámica en la que vive...o sobrevive.
La vida nos coloca muchas veces ante la pena, el dolor, el duelo
de una pérdida. Solemos creer que no debería ser así, pero es necesario vivir
nuestros duelos. Es posible que usted todavía tenga pendiente el duelo de no
haber tenido la mamá que hubiera querido. Pero es imposible cambiar el pasado.
Lo que
sí es posible es que usted sea una buena mamá para sus hijos, haber hecho una buena
elección de marido, tener libertad en el amor para con ellos y que cada quien
se sienta libre y pleno, sin depender demasiado de la tolerancia que ellos
puedan tener ni de exageradas y limitantes exigencias que nos fuercen a dar más
de lo que corresponde.
El equilibrio que desactiva la bomba de tiempo personal depende
mucho de que desconecte emocionalmente la tierna expectativa infantil de hacer
algo por mamá. Eso hágalo ahora para sí misma; quiérase, compréndase, sin
sentirse culpa por aceptar que las cosas dependen de ella misma (de su mamá) o del
entorno en el que todo se mantiene igual.
No se sienta culpable de ser feliz. Corte ese cordón. Sea
tolerante consigo misma y embárquese en la vida que ha empezado a construir.
Cortar ese hilo no significa abandonar a mamá, quizás es una forma de
relacionarse con ella de una forma diferente, libre y comprensiva.
Sugiero que pase un tiempo en terapia psicoanalítica para
fortalecer el acercamiento a sí misma y construir una bomba regulada, que
explote sin hacer daño, que signifique el saludable ejercicio de poder ser
expresivo de manera natural.
1 comentario:
Estimado Pedro:
Tengo 47 años y he estado casada muchos años con una persona a la que amaba pero se volvió alcóholico y drogadicto, además de ser bipolar. Hace siete años que terminé esa relación y rehice mi vida junto a mi hija, incluso poniendo tierra de por medio.
Mientras mi hija ha sido una niña, y hasta hace un año he estado muy centrada en su educación, deportes, en su vida pero empecé a abrir mi corazón nuevamente y he tenido algunas relaciones que considero de aprendizaje.
Ahora, estoy tres meses con una persona diez años mayor que yo de la que me he ido enamorando poco a poco, aunque nos vemos solamente una vez a la semana o los fines de semana. El fin de semana pasado me confesó que esnifa de vez en cuando cocaina y speed....
Ahora, tras meditarlo, me duele muchísimo todo esto porque es para mí revivir de nuevo un calvario que me costó superar.
El caso es que estoy pensando en dejarlo pero sin darle explicaciones, sin decirle que es por sus "escarceos esporádicos" que para mí no tiene cabida ni me cabe en la cabeza. He pensado en decirle que ya no me gusta, aunque sea totalmente incierto porque no quiero darle opción a nada, conozco el tema perfectamente y sé que esto no puede ir a mejor nunca. El caso es que mis amigas me dicen que le diga la verdad pero creo que eso sería dejar una puerta abierta a que diga que lo va a dejar cuando sé que es mentira, siempre lo es.
Le agradezco su consejo de desconocido entendido en esta materia.
De antemano, le doy mis más sinceras gracias.
Publicar un comentario