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2017 09 15 Amor y enfermedad mental

Hola.
Después de 6 meses de relación con mi novia me ha dejado de un día para otro, dice que se siente agobiada. Tiene 22 años. Ella está en tratamiento psiquiátrico por tener ideas suicidas y está recibiendo terapia.
El tratamiento que toma es Invega, Fluoxetina y Diazepam.
Justo antes de dejarme hicimos un viaje juntos y me dijo que era muy feliz conmigo y ha habido varias veces que decía que nunca me iba a dejar. También ha pasado antes por dos relaciones que no le han ido muy bien, y ella estando conmigo me hablaba mucho de esas relaciones y tenía miedo de que yo fuera igual. Otra cosa es que al cumplir los 6 meses me decía que ya se había roto la barrera por la que tenía miedo de que yo la dejara. Mi pregunta es si el tratamiento ha tenido que ver algo con esta decisión tan drástica y si estas personas que tienen estos cambios tan bruscos vuelven luego, como si nada hubiera pasado. Gracias, un saludo.



Estimado amigo, un cuadro de alteración mental involucra en grados variables el estado de ánimo.  De hecho, hay enfermedades que pueden consistir en oscilaciones del ánimo que van de la exaltación eufórica por épocas, al bajón depresivo en otros momentos.

En una relación corriente, grados más o menos, pasa algo parecido: se mueven entusiasmos y también inseguridades, que movilizan actitudes defensivas y distancias. Las personas a veces llegan a terminar el vínculo para después retomar la relación.  Éste puede ser un patrón que denota dificultades derivadas de experiencias pasadas que no permiten que uno tenga estabilidad emocional en el compromiso con una pareja, pero, puede pasar, también, que en el interín de la separación hayan madurado los sentimientos y se tenga una mayor claridad para asumir el compromiso.

Lo evidente es que ella está interferida por el cuadro depresivo que padece y, es muy probable que sea eso lo que mueve sus actitudes y decisiones.  Habrá que esperar hasta que se recupere y pueda, desde una mayor normalidad, examinar sus sentimientos y/o dificultades personales. 

El asunto no debe quedar en el “como si nada hubiera pasado”; importa que aborden el tema y sepas un poco más de sus dificultades afectivas. Ten presente que muchas veces uno se interfiere por la forma en que toma las cosas. 

Necesitas aprender a diferenciar lo que es el problema de ella y las cosas a las que eres sensible. Sus cercanías o distancias no necesariamente tienen una intención voluntaria de dañarte.

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