Buenos días, mi
consulta es la siguiente: soy hombre, tengo 45 años y en los últimos 7 meses he
tenido una relación sentimental muy intensa con una mujer de 25 años, ella
trabaja y estudia en la universidad. Ella también hace es parte de mi escuela
de baile y yo soy el profesor, nunca antes había tenido relaciones con ningún
estudiante pero esta vez las cosas fueron diferentes, ella es muy amorosa,
tierna y me cuida muchísimo, está pendiente de mí siempre, me sorprende todo
los días con algo nuevo, un poema, un café, un regalo una nota, siempre pasa
por mi trabajo y me pregunta: Te Puedo robar?” , la comunicación en social
media (Facebook/ Snapchat) es frecuente, cada hora, sentimos no podemos vivir
sin uno del otro así que mantenemos en contacto frecuente, con snaps de lo que
hacemos de done estamos, y mensajes en FB de lo que sentimos y que tan fuerte
lo sentimos por el otro y cuanto extrañamos vernos, nos vemos casi todos los
días y noches.
Ella muchas veces lo
repite que me AMA, yo también la AMO, lo que siento por ella es muy fuerte,
siempre hablamos de nuestro pasado, ella le interesa siempre saber todo de mí,
de mi pasado, mis historias, ella disfruta mucho de mis historias, de mi
compañía, de mis abrazos, su deseo siempre ese dormir entre mis brazos y
sentirse protegida.
Desafortunadamente
últimamente las cosas han cambiado, ella está muy estresada con trabajo y mucho
más trabajo en la universidad, yo siempre le he ayudado mucho en todo esto,
algo que ella adora de mí, también yo escuchaba todas sus frustraciones y
problemas y le ayudaba en esto y le daba consejo, pero ahora se rehúsa a dejarme
ayudarla, se rehúsa a decirme sus problemas, dice que yo tengo muchas cosas y
ella se siente mal dándome más problemas, desde hace 3 semanas las cosas han
cambiado radicalmente, ya no tenemos sexo, ya no hay besos, solo un abrazo es
nuestro saludo, ella dice que está muy estresada y no puede mantener las cosas
como antes y me ha dicho que todo está bien y que solo espera terminar este mes
para que todo se calme así poder ser la misma persona que era conmigo antes,
ella dice se siente mal no poder dedicarme el tiempo como antes lo hacía, pero
también me dice que tiene muchas cosas en la cabeza y cosas que resolver pero
no me las quiere decir pues no me quiere molestar con sus líos.
Ayer me dijo que juraba me amaba y se siente muy mal no poder ser la misma ya que tiene muchas cosas en la cabeza y que espera cuando todo su trabajo y estudios se calme volver a ser la misma.
Ayer me dijo que juraba me amaba y se siente muy mal no poder ser la misma ya que tiene muchas cosas en la cabeza y que espera cuando todo su trabajo y estudios se calme volver a ser la misma.
Me pregunto, si antes en los 7 meses era el
mismo estrés y trabajo ¿Por qué en ese momento no se sentía mal contándome sus
problemas? Por que ahora si? Que ha cambiado en ella? Ella jura me AMA y no hay
nadie más en su vida, solo yo, pero siento algo esta pasando y no sé qué es, le
he preguntado si quiere dejemos todo y nos separemos, pero no quiere, ella me dice
que me necesita a su lado.
Puede alguien decirme, que le está pasando?
Estimado amigo, la experiencia del enamoramiento moviliza, en
muchos casos, un anhelo de relación tan grande, que si se pudieran fundirse el
uno en el otro, lo harían. De alguna manera, algo de esto se da, cuando, como me
cuenta, a cada instante estaban en contacto, por cualquier vía, casi minuto a
minuto.
Noto que al referirte a esto, en el relato, hablas en presente, como si se siguiera dando así. Sin embargo, la consulta es sobre el por qué ya no es así…
Noto que al referirte a esto, en el relato, hablas en presente, como si se siguiera dando así. Sin embargo, la consulta es sobre el por qué ya no es así…
Esta intensidad del enamoramiento puede generar, en algún
momento, sentimientos muy fuertes de necesidad de “reencontrarse” uno mismo, de
tener su propio espacio; se puede llegar a sentir hasta que la relación asfixia
y necesitamos aire…
El primer capítulo
de la relación, por ser demasiado ideal, puede no tolerar el pasaje a un
segundo momento de la relación, menos pasional, con mayor individualización,
con una recomposición como sujetos. Si hay verdadera valoración y madurez en la
elección, empieza a funcionar la capacidad para la frustración, la tolerancia a
la espera y demás componentes de una relación de amor maduro, a veces es cuando
recién conocemos a la otra persona.
Esto tiene un lado
muy importante en la configuración de la pareja, ya que siendo los dos más
diferenciados, los lazos exacerbados de la dependencia y el anhelo ideal de
fusionarse empieza a pesar menos y pueden reconocerse mejor en la realidad de
lo que cada uno es y puede aportar –o no- al otro.
Sugiero que, si se
atenúa tu afán de poseerla es posible que ella viva con menos estrés la
relación entre ustedes y ceda algún reflejo exagerado de distancia en su
momento actual. “Si quieres realmente que esté a tu lado, déjala ir”, dice un
pensamiento al respecto. No hay que olvidar que el amor no tiene ataduras. Si
aparecen, nuestra necesidad exagerada de apego tendrá que ser domeñada, porque
se convierte en un problema. Perdemos nosotros mismos nuestra libertad,
aparecen los fantasmas de la infancia, el temor al desamparo. Paciencia. Creo
que es una relación que recién se está definiendo y necesita tiempo para
encontrar un equilibrio que garantice su viabilidad.
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