viernes

2015/11/04 Cuando pande el cúnico

Buenas tardes, no se que pueda estar sucediendo pero los últimos meses he empezado a tener problemas con la comunicación, me enredo al hablar y no hablo de un problema físico, hablo de la manera en que me expreso siento que mi cerebro piensa muchas cosas a la vez y se me dificulta en ocasiones organizar mis ideas, en ocasiones hablando con mi hermana o amigos hablo y de repente cambio palabras por cosas que quizá estoy pensando inconscientemente, es decir, si hablo con mi hermana por poner un ejemplo sobre como estuvo mi dia, al hablar pierdo coherencia por que cruzo temas y conversaciones y soy consciente de cuando pasa, me preocupa por que esta pasando con mucha mas frecuencia cuando estoy solo o cuando hablo en mi cabeza nunca pasa, no hay dificultad al momento de redactar o de plantear ideas en mi cabeza o si de repente debo plasmarlas en papel, solo me sucede cuando estoy con otra persona, siento que me he vuelto despistado y no se si tenga que ver con algún tema de depresión, soy gay y hace unos años batalle mucho con esa situación, mi familia ahora lo sabe y ya sea normalizado, no tengo sentimiento de odio sobre lo que soy,pero no se si sea un problema o algo relacionado con los años que estuve con depresion.


Creo que he utilizado un título parecido antes… pero, ¡qué importa!, es lo primero que se me ocurrió como ejemplo de cómo se mezclan o entrecruzan los pensamientos, en particular cuando se intensifica el miedo.

Al parecer, por lo que describe, esto se presenta frente a personas con las que intenta comunicarse, parece sugerir que, en la medida que ha estado ocultando durante mucho tiempo una condición personal muy íntima, es posible que el temor, de manera refleja se mantenga, o, que no haya terminado de contar otras cosas que perturban su relación con los demás y usted no sabe qué es pero se le moviliza el miedo, causando la perturbación.

Es muy posible que tenga otras razones para sentir comprometida su autoestima y sentimiento de seguridad. Valdría la pena examinar su mundo emocional con un psicoterapeuta psicoanalítico. Es singular que Freud encontró en los lapsus y errores de la vida cotidiana uno de sus mayores ejemplos para demostrar la presencia de contenidos inconscientes que requieren expresarse. En su caso, no sabemos de qué se trata, pero allí está el síntoma, hay que tomar esa punta de madeja y terminar de sacar todo lo guardado para tener un equilibrio emocional garantizado.

Cálmese, esto es un llamado a su atención al que sería conveniente hacerle caso. Suerte.

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