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2015 05 12 Una tía para el recuerdo

Hola Dr Morales, es la primera vez que leo su blog y es super interesante, y de antemano gracias por la respuesta.
El caso es el siguiente tengo una hermana la cual tiene 2 hijas de 9 y 8 años, ella vive con su pareja como diríamos de vez en cuando porque tienen idas y venidas continuas. Discuten, se separan y vuelven.La pareja de mi hermana es celoso, impulsivo y mas esta pendiente de ella que de sus propias hijas. Y mis sobrinas en medio de ello, pero ahora con tristeza veo que una de ellas la mayor cada vez que pasa eso llora y esta continuamente mascándose las uñas, y la menor se la ve indiferente, pero creo que no es así, porque creo que lo esta reflejando en sus estudios, ya que están llamando del colegio para conversar con sus papas.
Mi hermana ha ido a terapia, pero el no quiere. Mas que todo como ayudar a mis sobrinas para que vivan en un ambiente feliz y tengan una estabilidad emocional.


Estimada amiga: 

En principio gracias por sus expresiones del inicio.

Lamentablemente, lo que viene después no es muy alentador. Es una pareja disfuncional, conflictiva e inestable y eso, por lógica, no constituye un ambiente saludable para las niñas. El daño en buena medida está avanzado y cada una de ellas se defiende como puede: una tomando la postura de indiferente y la otra enredándose en la pena y el llanto, que no mueven la compasión de los padres.

Ciertamente, lo más saludable sería que su hermana tome definitivamente la decisión de cortar… aunque no necesariamente romper.  De lo que se trata es que tenga una actitud firme respecto a que si él no cambia la relación no debe seguir.  Esta relación no es buena ni para ella, ni para su pareja, ni menos para sus hijas. 

Le digo que es su hermana quien tiene que hacer esto porque, al parecer, ha tomado la iniciativa de hacer terapia… Quizás está un poco más "cuerda" que él. No vale la pena estar en medias tintas: ya es tiempo de madurar. No solo basta con poner límites, se trata, también, de que ella siga su terapia sin “pedir permiso”.  No puede hacerse nada con ese nivel de sometimiento.

El pedido que usted me hace, a primeras luces, es imposible sin la colaboración de los padres, sin que éstos cambien su actitud.

Lo que sí puede ocurrir es que la tía que escribe y otros familiares le hagan a las niñas un poco de espacio amable, con buen trato, sin tenerles lástima. Hay que tratarlas como personas que merecen su reconocimiento y permitirles soltar su alegría perturbada. 

Pasar simplemente buenos momentos con ellas, invitarlas, sin chocar con los padres o crear más tensión. No hay que hacer reproches ni censuras; simplemente, hacerles un espacio por afecto, por cariño…  Eso quizás sea viable.  Si lo puede hacer, es posible que la esperen en el cielo, cuando toque.

Suerte.

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