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2010/10/22 Un maestro con clase

Estimado doctor: Soy maestro y tengo el caso de dos gemelitos que juntos no eran solo dinamita, sino también malcriadez, agresividad, abuso entre otras cosas. Tomamos la determinación de separarlos en aulas diferentes, cosa que nos costó mucho porque su madre se oponía rotundamente, han logrado independizarse el uno del otro, tanto que se comportan mucho mejor en sus aulas, pero al hablar con la mamá de ambos niños, me comunica que en casa el niño que pertenece a mi aula no desea hacer las tareas en casa, se porta mal, contesta y pega a su otro gemelo. El detalle de esto es que en mi aula, se está comportando muy bien, incluso ya no dice lisuras y cuando escucha alguna mala palabra utiliza ese término precisamente mas no repite la palabra. ¿Porqué se comporta asi en mi aula y diferente en su casa? Un detalle muy importante es que sus padres son separados, ella se dedica a estudiar y trabajar y los deja con la abuelita materna. Su padre tuvo otro niño mas pero viaja tanto que dificilmente los ve.



Estimado profesor,

Felicito su disposición de ir más allá de la tarea instructiva. ¡Qué valioso es que el profesor procure un acercamiento más personal con sus alumnos! Podría decir, sin temor a equivocarme, que en su clase ha logrado usted un equilibrio en el que el alumno en mención, el gemelito que le toca, se siente bien sostenido, de allí que no necesite desarrollar una conducta agresivo-afirmativa.

Podemos inferir que en casa las cosas no ocurren de la misma manera y que no se corrigen los factores de tensión por falta de límites. Hay ausencia de padre y, al parecer, no se logra instalar un orden. La madre se ve superada por la dinámica que es posible que ella misma favorezca, por ejemplo, por reacciones de impaciencia o por tensiones propias que no logra compensar. No olvidemos que ella se oponía a que los niños se separen. No sé si ha aprendido a partir de su lección de manejarlos por separado. En todo caso, parece ser que ella necesita ayuda, ser sostenida emocionalmente.

Es frecuente que, en una dinámica de tensión familiar, se vayan estableciendo roles basados en la necesidad de defensa. Uno se va imponiendo al otro en base a la fuerza, mientras que el otro se va especializando en jugar un rol de víctima. No es extraño que ese mismo niño se comporte de manera adecuada en el aula. Confiemos en que, hasta allí, su tarea va bien. Las cosas por resolver atañen al contexto del hogar.

Cabe sugerir una asistencia a la madre por parte del psicólogo (de repente, usted podría orientar algo; pero, me temo que ella pueda estar en conflicto de rivalidad con sus logros en el aula, por lo cual habría que manejar las cosas con cuidado).

Espero que estas observaciones le sean útiles. Por favor, no decline la ayuda que le da a ese niño, es su tabla de salvación. Las cosas irían mejor con una solución a los problemas familiares, pero lo que usted aporta es muy valioso; ahora, y en el largo plazo, son huellas importantes que hacen mejorar el pronóstico del desarrollo de este niño.

Con mucho aprecio, le hago llegar un fuerte abrazo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

wow! por qué no hay un Pedro Morales en cada escuela? Estoy tan emocionada de sus respuestas, me parecen tan importantes, fundamentales sus palabras... un abrazo doctor.