Hola, tengo 28 años y tengo 10 años de casada con dos hijos y un
buen esposo, mi historia es la siguiente, tuve un primer novio muy jovensita y
me enamore de el, pero el me dejo y sufri mucho en ese tiempo, pero despues de
unos años conoci al q hoy es mi esposo, me case y eramos en lo qur cabe
felices, hace un par de años mi novio de juventud me chatio por facebook y me
cito y yo fui, el esta casado al igual que yo, no se que me paso la verdad que
hoy en dia me siento muy culpable, le fui infiel a mi esposo por meses, hasta que
la esposa de mi amante se dio cuenta y el estupido l3 conto hasta cosas de la
intimidad entre nosotros y la mujer me lo gritaba por telefono como para
ofenderme y el no hacia nada, el decia que me amaba pero me di cuenta q era un
vil mentiroso, a mi esposo le confese mi traicion y decidio perdonarme, pero ha
sido muy dificil despues de mi confesion, aveces stamos bn y aveces quedamos
llorando los dos, yo por culpabilidad y el de dolor, necesito algun consejo, no
vuelvo a caer en este error mas nunca, me doy cuenta q uno no valora la
familia, por irse disq por amores viejos, q a la final son estupideces que lo q
ocasionan es destruccion de lo q realmente valen.
Todos llevamos en nuestro inconsciente las huellas de aquello que
alguna vez nos hizo sufrir. Es muy frecuente que el motivo de ese sufrimiento
sea la experiencia de ser abandonado o engañado. De una manera que puede ser
increíble, muchas veces nos queda un impulso a resarcirnos de lo que el otro no
nos dio. He visto personas que se han pasado la vida esperando que mamá se fije
en ellos y les dé el cariño que no les dio. Otras veces hasta se idealiza a la
persona que nos falló.
Parece ser que tu desarrollo amoroso empezó bastante temprano, en una
época en que se idealiza mucho o se es bastante frívolo y de poco compromiso.
Pues, en tu caso luce como lo primero y terminaste con magulladuras. También te
casas bastante temprano, con alguien que luce como bastante tolerante y
comprensivo, al que no has terminado de aquilatar en su valor… no abuses.
No es de extrañar que la reaparición del “novio” de la
adolescencia haya movido los hilos de la
idealización y te haya hecho actuar llevada por el impulso. Llegaste a creer que
estabas realmente en una situación de amor…
Pues lo que pasó fue totalmente manejado como lo hacen dos adolescentes: todo muy intenso e imprudente, sin medir las consecuencias. Eso, aunque luzca muy intenso y bonito, es gobernado en su totalidad por lo físico o la necesidad ideal (por tanto, fuera de la realidad). Pero, en fín, la madurez es el resultado de lo que aprendemos de nuestros errores.
Ahora toca ver si aprendiste algo de la experiencia, que incluye mucho de lo que parece haber aportado tu esposo al matrimonio: tolerancia y comprensión. La confianza ha tenido un duro remezón y no es fácil recuperarla, pero tampoco te desesperes por ello. Con tranquilidad, ingresa tu mejor posibilidad de calmar ese dolor que alguna vez fue tuyo (cuando te dejaron).
Integra de a pocos el sentido trascendente de la familia, que es lo que nos lleva a renunciar a la infidelidad o comportamientos que puedan atentar contra nuestros seres queridos. Pero, es importante, también, la cercanía conyugal, que vuelva la fluidez en vuestro vínculo… Y, si algo fallaba, pues hay que ver cómo se corrige. Confirman asistencia a Reunión del 18 de Agosto 2018
La tarea más difícil es perdonarte tú misma… Para eso, necesitas comprender bien lo que pasó, recuperarte de impulsos y emociones que no te pintan en el nivel de madurez que corresponde. Si no lo logras, se lo pasarán atrapados en esto que se ha reinstalado en vuestra relación: el sufrimiento. Necesitas, necesitan reencontrar la alegría de estar juntos… Si persiste mucho tiempo la culpa y el reproche e interfiere en vuestra alegría de vivir, pues tienen que visitar a un consejero que los ayude.
Pues lo que pasó fue totalmente manejado como lo hacen dos adolescentes: todo muy intenso e imprudente, sin medir las consecuencias. Eso, aunque luzca muy intenso y bonito, es gobernado en su totalidad por lo físico o la necesidad ideal (por tanto, fuera de la realidad). Pero, en fín, la madurez es el resultado de lo que aprendemos de nuestros errores.
Ahora toca ver si aprendiste algo de la experiencia, que incluye mucho de lo que parece haber aportado tu esposo al matrimonio: tolerancia y comprensión. La confianza ha tenido un duro remezón y no es fácil recuperarla, pero tampoco te desesperes por ello. Con tranquilidad, ingresa tu mejor posibilidad de calmar ese dolor que alguna vez fue tuyo (cuando te dejaron).
Integra de a pocos el sentido trascendente de la familia, que es lo que nos lleva a renunciar a la infidelidad o comportamientos que puedan atentar contra nuestros seres queridos. Pero, es importante, también, la cercanía conyugal, que vuelva la fluidez en vuestro vínculo… Y, si algo fallaba, pues hay que ver cómo se corrige. Confirman asistencia a Reunión del 18 de Agosto 2018
La tarea más difícil es perdonarte tú misma… Para eso, necesitas comprender bien lo que pasó, recuperarte de impulsos y emociones que no te pintan en el nivel de madurez que corresponde. Si no lo logras, se lo pasarán atrapados en esto que se ha reinstalado en vuestra relación: el sufrimiento. Necesitas, necesitan reencontrar la alegría de estar juntos… Si persiste mucho tiempo la culpa y el reproche e interfiere en vuestra alegría de vivir, pues tienen que visitar a un consejero que los ayude.
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