Cuando el
amor tiene características de obsesión, algo anda mal. El afán de posesión es
lo que predomina y surgen fantasmas con ropajes de rival… “alguien me la va a
quitar". Sienten que se les está engañando.
En términos casi literales, es una manera de querer meterse en el otro, no solo en su teléfono, en su mente en su alma. Si es así, algo anda mal, pero no solo en uno, sino en los dos. Están jugando un juego que reproduce una situación de angustia permanente de perseguidor – perseguido. Usted sabe que la situación no es normal.
En términos casi literales, es una manera de querer meterse en el otro, no solo en su teléfono, en su mente en su alma. Si es así, algo anda mal, pero no solo en uno, sino en los dos. Están jugando un juego que reproduce una situación de angustia permanente de perseguidor – perseguido. Usted sabe que la situación no es normal.
El amor
moviliza paz, calma, pero si no brinda libertad, moviliza una sensación de asfixia. Si no se pueden manejar de
otra manera, ha llegado el momento de consultar con un psicoterapeuta para que
les ayude a comprender el por qué pasa lo que pasa.
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