Me recuerda una película argentina de
hace mucho. Se titulaba “la fiaca”. Era una suerte de aburrimiento existencial, que
nos pasa cada tanto, una invitación a dejar de lado las exigencias de la vida
que nos atrapan. Pero, es más bien frecuente que se trate de una manifestación
de agotamiento luego de un tiempo prolongado de estrés, o, más frecuentemente
aún, de un síntoma de depresión.
Hay que tener en cuenta su permanencia
en el tiempo y lo prudente que resultaría consultar también a un médico,
primero, para descartar algún otro origen, disfunción tiroidea por ejemplo,
anemia, etc. Luego de este descarte, viene bien la consulta con un psiquiatra o
un psicoterapeuta para precisar mejor el diagnóstico y decidir la conducta a
seguir.
La falta de ánimo o voluntad, es un
síntoma de algo, nos avisa que debemos corregir su causa, que es lo que hay
que precisar. Puede tratarse de cosas simples, como una sencilla deshidratación
veraniega o una gama amplia de posibilidades que ya le mencione, pero, eso lo
precisa mejor el especialista. Por ahora, sus pocas ganas, también, se expresaron
en lo breve de su mensaje.
Suerte
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