Hola tengo 47
años,
He pasado
varias depresiones. No me gusta mi trabajo en la empresa familiar con lo que
trabajo muy pocas horas. Estoy casado con un niño de 7 años.
Tengo una
situacion economica desahogada y puedo hacer muchas actividades. Sin embargo me
cuesta disfrutar de la vida y muchas veces disimulo para no perder amistades.
Me gustaria
ser feliz y disfrutar de la vida pero me cuesta mucho esfuerzo.
Hace 18 años
mi hermana se suicido por esquizofrenia y mi padre murio al año siguiente.
Sufri mucho la muerte de mi hermana ya que fui durante años su gran apoyo
emocional. Cuando ella estaba mal, yo me saque la carrera de administracion de
empresas y le cuide mucho. Pienso que si de joven era tan fuerte mentalmente,
como puede ser que con los años me haya vuelto debil y me deprima sin ninguna
razon objetiva para ello.
Estimado, los
47 años que mencionas, forman parte de tu pasado. Creo que es el momento de
programar tus próximos 47, darles calidad y disfrute.
Una cosa que se deduce de tu relato es que necesitas deslindar si no tienes algún factor genético que te predispone a una depresión periódica, a una bipolaridad… y, por cierto, tratar ese problema emocional que interfiere en tu vida.
Has tenido muchas adversidades y, sin embargo, saliste adelante… Dices que cuentas con holgura suficiente como para estar bien, pero no sabes cómo hacer para sentirte bien. No te es fácil conectarte con el afecto y la amistad; pues bien, dedícate un poco a conectarte contigo mismo…
Una cosa que se deduce de tu relato es que necesitas deslindar si no tienes algún factor genético que te predispone a una depresión periódica, a una bipolaridad… y, por cierto, tratar ese problema emocional que interfiere en tu vida.
Has tenido muchas adversidades y, sin embargo, saliste adelante… Dices que cuentas con holgura suficiente como para estar bien, pero no sabes cómo hacer para sentirte bien. No te es fácil conectarte con el afecto y la amistad; pues bien, dedícate un poco a conectarte contigo mismo…
Regálate una
psicoterapia psicoanalítica, con una persona bien elegida, empática, que
contribuya a activar en ti el anhelo de vivir en plenitud. Acepta tu debilidad. La verdadera fortaleza surge de nuestra posibilidad de aceptarnos en la
fragilidad y, desde allí, integrarnos.
Solemos crecer y hacernos fuertes desde nuestra capacidad para defendernos, pero no pasa lo mismo con nuestros afectos y emociones, con nuestros deseos y necesidades, los que ponemos al margen hasta un punto en que se nos presentan como ajenos, mientras seguimos ciegamente hacia adelante.
Solemos crecer y hacernos fuertes desde nuestra capacidad para defendernos, pero no pasa lo mismo con nuestros afectos y emociones, con nuestros deseos y necesidades, los que ponemos al margen hasta un punto en que se nos presentan como ajenos, mientras seguimos ciegamente hacia adelante.
Es tiempo de
reconectarse con ese lado tuyo que sientes frágil, con el niño que se quedó a la
zaga mientras crecías. Te toca superar el sentimiento de vulnerabilidad que lo
acompaña; solo así podrás sentir ese grato sentimiento que es la confianza
interior, la paz del que nada tiene que perder.
Termina, entonces, de perder lo que ya se perdió: ¡los 47 que ya se fueron! El pasado debe quedar atrás y proporcionarle un lugar al "ahora". Esto es algo que uno necesita aprender… es algo que se puede lograr.
El resto de tu vida comienza ahora, con la decisión de dejarte ayudar, aceptarte
frágil y humano, como somos todos. Sé generoso contigo mismo
Termina, entonces, de perder lo que ya se perdió: ¡los 47 que ya se fueron! El pasado debe quedar atrás y proporcionarle un lugar al "ahora". Esto es algo que uno necesita aprender… es algo que se puede lograr.
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