Hola Doctor mi nombre es Andrea tengo 37 años tengo dos hijos
adolescentes y soy madre cabeza de familia, estoy en un tratamiento
psiquiátrico por depresión mayor severo, estuve hospitalizada. hace ya unos
meses salí debido a que mi familia empezó a presionarme para salir, mis hijos
no ayudan a mi recuperación porque son rebeldes aparte son egoístas conmigo no
les importa lo que yo estoy pasando. No se que hacer si volver a la clínica y
decirle la verdad a mi psiquiatra o seguir aparentando que estoy bien. Mi mama
me apoya pero mis hermanos dicen que están cansados de que yo le cause
molestias a mi madre, ella a estado delicada de salud y no quiero que por mi
culpa le pase algo.
A pesar de que trato de hacer las cosas bien, mis compañeros de
trabajo me hablan pero siento que no me toman en cuenta en nada desde que se
dieron cuenta que estuve en una clínica psiquiátrica. Me toca llorar a
escondidas, no puedo casi dormir a pesar de la medicación, me siento
desesperada me da mucha ira y aveces siento con acabar todo, necesito que por
favor me ayude.
Andrea:
Lo peor que puede ocurrir es que tú misma no te tengas paciencia,
la necesitas; si, ¡mucha paciencia! Procura no identificarte con la enfermedad. No eres una enferma, padeces de un trastorno y requieres lo mejor de ti para
salir adelante.
Siempre tenemos una parte de nosotros mismos que puede
funcionar y, si estas trabajando, quizás por ese lado se muestran tus
fortalezas, pero importa el que no sientas que es algo que tienes que hacer. Trata de que las cosas no sean una obligación, sino que sean una oportunidad para fortalecerte.
Es posible que estés muy susceptible y aprehensiva. Esas
cosas ocurren, pero ten presente que la integración social es importante y, más
aún, el hacerlo desde nuestro lado más auténtico, sin avergonzarnos de lo que
nos puede estar pasando.
Enfatizo eso: no hay nada de lo que tengas que
avergonzarte, el camino de la salud está empedrado de humildad. Valora el
esfuerzo que te tome el salir del pozo. Si lo sientes como una tortura, caerás
más en él. Si, en cambio, lo tomas como un reto a superar, al final saldrás
fortalecida.
No te apures en salir. Cuanto más pronto quiere uno que ya pasen
las cosas, más se quedan. Tómate el tiempo que sea necesario. Habla todo con tu
psiquiatra, sé sincera contigo misma y con los demás…
Procura no caer en el papel de víctima. A veces, queremos instalarnos en la enfermedad para huir de las
responsabilidades que nos presenta la vida. Con la humildad sugerida , empieza a
dar pasos hacia la salida. Cumple con las indicaciones que te den, con la
medicación, con el celo de quien desea estar bien. Hazlo por ti, en principio. El mayor aporte de ayuda es el que tú misma te puedas prodigar… He visto salir
a mucha gente… ¿Por qué no tú también? Lo dicho: ¡paciencia y adelante!
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