Él ha
demostrado ser muy desordenado y se pasa la tarde leyendo, pintando, con
videojuegos, sólo quiere estar en casa pues de trabajar está cansado y yo
necesito más, necesito orden en mi casa y necesito salir y hacer vida fuera, yo
también trabajo y aunque hay dias para estar en casa también hay que salir y hacer
cosas. Él nunca planea salir, ni las vacaciones ni nada, o lo planteo yo o no
lo hacemos.Cada vez discutimos más por tonterias.
Aparte no
tenemos casi sexo, él tiene ganas pero yo no, porque si no estoy bien
anímicamente no puedo, además no siento deseo desde hace meses, podría ser por
las pastillas anticonceptivas pero no las puedo dejar.
Siento que
nuestra relación se muere, y es lo último que quiero. Hablo con él, dice q se
esforzará pero que él no cree que haya ningún problema (no sé si no lo admite o
no lo ve), que él sólo quiere estar conmigo y lo demás no le importa ni donde
sea, si nos queremos y queremos estar juntos.Yo en cambio creo que no sólo
basta el amor. Necesito a alguien que le haga ilusión hacer cosas conmigo y no
lo tenga que estar forzando.
No quiero
dejarle, pues lo amo. Pero a la vez siento que no puedo claudicar en todo, que
tengo que luchar, que merezco más. Me siento muy mal, estoy deprimida. Si me
puede dar unas pautas, por favor
Gracias
Estimada amiga…
una importante razón para la unión de las parejas es la seguridad de que
nuestro elegido (a) no nos sorprenda con el abandono. Sin embargo, como todo en
la vida, hay grados y niveles para todo.
Lo que describes es un escenario de total dependencia de tu pareja hacia ti. Puede resultar conmovedor y muy tierno dejar todo para seguirte en tu aventura capitalina, pero es evidente que, como bien dices, se necesita algo más.
Su comportamiento luce como el de un adolescente engreído, no aporta en lo accesible a él, como el caso de ordenar la casa…. Y…, bueno, a veces ocurre que a la hora de emparejarse y convivir, aparecen otras características en nuestro amado (a) que no lucían así a la hora de elegirlos; es entonces cuando se consolida -o no- la relación por las vías de la madurez, recorriendo el camino con adecuadas dosis de tolerancia y acuerdos básicos sobre lo que uno espera de la relación… Pero, si no funciona, no funciona. Es, entonces, que surge lo que he puesto como título de esta respuesta: ocurre que te quiero mucho, pero no te soporto.. ¿Puedes imaginar una vida así…?, ¿es lo que quieres?.
La sabiduría andina propuso el servinacuy como prueba de convivencia para las parejas. La decisión de cortar una relación así puede doler, pero fortalece el espíritu. Nuestra relación de pareja debe poder estar basada en algo más que una fórmula para no estar a solas.
Las amistades se rehacen. Se trata de encontrar nuevos amigos, nuevos espacios, quizás superar formas de ser que no nos facilitan el socializar. Será una oportunidad para cambiar nosotros mismos.
Igualmente, importa ver si en un nuevo emparejamiento tendemos a hacer las mismas elecciones o nos comportamos de manera similar, engriendo o favoreciendo conductas inadecuadas..
Lo que describes es un escenario de total dependencia de tu pareja hacia ti. Puede resultar conmovedor y muy tierno dejar todo para seguirte en tu aventura capitalina, pero es evidente que, como bien dices, se necesita algo más.
Su comportamiento luce como el de un adolescente engreído, no aporta en lo accesible a él, como el caso de ordenar la casa…. Y…, bueno, a veces ocurre que a la hora de emparejarse y convivir, aparecen otras características en nuestro amado (a) que no lucían así a la hora de elegirlos; es entonces cuando se consolida -o no- la relación por las vías de la madurez, recorriendo el camino con adecuadas dosis de tolerancia y acuerdos básicos sobre lo que uno espera de la relación… Pero, si no funciona, no funciona. Es, entonces, que surge lo que he puesto como título de esta respuesta: ocurre que te quiero mucho, pero no te soporto.. ¿Puedes imaginar una vida así…?, ¿es lo que quieres?.
La sabiduría andina propuso el servinacuy como prueba de convivencia para las parejas. La decisión de cortar una relación así puede doler, pero fortalece el espíritu. Nuestra relación de pareja debe poder estar basada en algo más que una fórmula para no estar a solas.
Las amistades se rehacen. Se trata de encontrar nuevos amigos, nuevos espacios, quizás superar formas de ser que no nos facilitan el socializar. Será una oportunidad para cambiar nosotros mismos.
Igualmente, importa ver si en un nuevo emparejamiento tendemos a hacer las mismas elecciones o nos comportamos de manera similar, engriendo o favoreciendo conductas inadecuadas..
1 comentario:
Bien)
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