pasa que me imagino personas con la cual tengo luego
conversaciones fluidas como estar con alguien pero esa persona no esta en
realidad, es tan fluida la conversación que hay risas, tristeza, vergüenza,
amor, etc
El amigo imaginario
Algunos niños se acompañan en su soledad con algún
amigo imaginario, con el cual conversan como si fuera real. La imaginación nos
presta estas posibilidades. Es posible que algunas personas puedan mantener
esta situación en su adultez. Surgen, eso sí una serie de interrogantes. ¿Es
que esos momentos de conexión con sus personajes motivo de una desconexión del
entorno en forma prolongada y en los que pierde la noción del tiempo?. ¿Puede relacionarse con la misma fluidez con
las personas de la vida real?. ¿Es una especie de ensoñación difusa sin
personaje específico? ¿O es en especial un personaje real del que se ha
separado o con quien tuvo dificultades para relacionarse?.
A veces nos retraemos de la vida real, corriente, en
grados variables, de esta manera, hacerlo de forma permanente nos plantea el
reto de ver qué hacemos con ello. Qué utilidad tiene para nuestra vida. Por lo
que describe, a usted le permite mantener vivas sus emociones positivas, incluso,
ponerse triste, esto puede ser un factor que le ayude luego a reconectarse con
personas reales, pudiendo ampararse en su positividad y confianza en sí misma,
habría que agregar el que pueda llegar a confiar también en los demás o en su
capacidad para discernir. Fantasear implica creatividad y es también una
preparación para la vida, pero, necesitamos trasladarlo a la experiencia, darle
forma y expresión externa.
Sugiero que escriba sobre sus personajes y
conversaciones. Si es algo que le genera conflicto, convérselo con un
terapeuta. En cualquier caso, revise si no es una manera de sustraerse de la
vida social por timidez, y no encuentra compensaciones que le dejen un saldo de
bienestar (por ejemplo, escribir).
No hay comentarios:
Publicar un comentario