Buenas tardes, soy una chica y quería explicarle. Tengo una amiga que siempre saca el tema de la homosexualidad. Siempre me comenta que a ella no le gustan las mujeres, que sólo los hombres, diciendo: " No soy lesbiana, aunque hay mucha gente que lo piense, pero no, me gustan los hombres, así que no lo soy. "No te creas que soy lesbiaba, no me gustan las mujeres". "Me gustan los hombres, para nada me gustan las mujeres". Es como si siempre quisiera reafirmarse, además saca siempre el tema sin venir a cuento y niega continuamente que le agraden las mujeres. Yo opino que cuando alguien niega siempre mucho lo mismo es que tiene miedo a eso que en si es la realidad, pero por temor reafirma una y otra vez. Qué opina usted Doctor? Muchas gracias por su tiempo!
Una duda sobre la identidad sexual.
Estimada amiga, la consulta que usted me hace es cada día más frecuente entre las personas jóvenes... y no tan jóvenes!
Como en todo lo que ocurre en el pensamiento y los sentimientos de las personas, hay que examinar lo que pasa en cada caso.
Es conocido aquello de que si uno niega permanente algo, en el fondo es posible de que tenga aquello que trata de negar. Algo de cierto hay en eso. Pero se abre una gama de posibilidades respecto al transfondo de aquella motivación.
La primera, que encuentro como la más frecuente, es un problema derivado de un trastorno de ansiedad que configura lo que conocemos como una "duda obsesiva" y que atrapa la mente en una idea reiterativa, de la que uno no se puede desprender. La motivación de que esto ocurra, es la necesidad de contar con un mecanismo de defensa al cual aferrarse, una idea o situación cualquiera, sexual, or ejemplo, de manera que así se "distrae la mente" de angustias que pueden amenazar con un descalabro mayor, temores de soledad, de falta de reconocimiento, desatenciones vividas tempranamente, sentimientos de culpa por motivos varios, no siempre realistas y... un largo etcétera.
Respecto a la sexualidad en sí, pudiera haber un temor a sentimientos de atracción por el mismo sexo, nuestra naturaleza tiene cabida para expresiones bisexuales, lo usual es que se consolide una orientación y prevalezca la correspondiente a nuestro patrón básico: macho o hembra. Si, eventualmente hay problemas emocionales respecto a alguna atracción vivida en algún momento, puede uno vivir con el temor de que reaparezca. A veces dicho origen tiene relacicón con identificaciones inconscientes con nuestro padre del mismo sexo y oscilamos entre el deseo reactivado y el rechazo del mismo, en una mecánica compleja. Cabe también tener en cuenta que puede existir un sentimiento de inseguridad en la afirmación de la proia sexualidad, lo que nos hace vivir con temor el caer en una humillante condición relativa a cómo entendemos la identidad sexual, por ejemplo, relacionar feminidad con debilidad o posición de poco valor. Por último, la atracción de parte de una mujer a otra mujer, puede tener que ver más con necesidades afectivas que con la sexualidad en sí misma.
Si es que este tema constituye motivo de sufrimiento mental, lo más conveniente es revisar con un psicoterapeuta picoanalítico, cual puede ayudar a esclarecer el origen de nuestra duda o comportamiento dudoso.